El proyecto del Corredor Turístico Miraflores-Barranco, que prometía transformar la Bajada Armendáriz en un eje de conexión moderno, está paralizado tras la ruptura con la empresa contratista Incot S.A.C. 

El gerente de Asesoría Jurídica de la Municipalidad de Miraflores, Lino de La Barrera, explicó que la suspensión del proyecto se debió a problemas internos de Incot S.A.C. relacionados con uno de sus proveedores. “La empresa quiso resolver el contrato por sus fallas internas. Nosotros rechazamos esta resolución porque no es una causa válida”, declaró.

Finalmente, la comuna decidió resolver el contrato con Incot debido a los constantes incumplimientos en los cronogramas establecidos. Ahora, el municipio debe cerrar el proceso de liquidación de la obra antes de buscar una nueva empresa contratista, un trámite que podría extenderse aún más.

Un verano sin puente: ¿qué sigue?

De La Barrera indicó que actualmente se encuentran en la última etapa del proceso de liquidación, inventariando lo ejecutado para determinar los recursos disponibles. Recién después se podrá convocar a una nueva empresa para completar el puente, lo que implica un nuevo retraso.

“Primero se notificará a los postores que quedaron en segundo y tercer lugar para determinar su interés. De no haber interesados, se abrirá un nuevo proceso de licitación pública”, señaló el funcionario.

Mientras tanto, los usuarios de la vía y los vecinos de la zona han expresado su descontento por las molestias causadas, incluida la presencia de una grúa que obstaculiza el tránsito. El ingeniero Jorge Gutiérrez, exmiembro de la Comisión de Transporte del Colegio de Ingenieros, afirmó que podrían pasar hasta tres meses antes de que la grúa sea retirada.

Un futuro incierto para el corredor turístico

Aunque el proyecto tiene un avance del 70%, según estimaciones, las demoras en la búsqueda de una nueva contratista y los problemas operativos han generado dudas sobre su culminación. La Municipalidad de Miraflores pidió disculpas a la ciudadanía, pero también señaló que los retrasos son consecuencia de las normas de contratación pública, que no sancionan de manera efectiva las deficiencias de los postores.

El futuro del Corredor Turístico Miraflores-Barranco sigue siendo incierto, mientras los residentes esperan soluciones rápidas que permitan reactivar esta obra clave para la movilidad y el turismo en la capital.

Con más de 8.000 hectáreas en Ancón, la Ciudad Bicentenario se proyecta como un modelo de desarrollo urbano sostenible. Este megaproyecto, liderado por el Minam, busca integrar áreas verdes, viviendas accesibles y conexiones estratégicas con el megapuerto de Chancay y el aeropuerto Jorge Chávez.

Ubicada en el distrito de Ancón, al norte de Lima, la Ciudad Bicentenario promete convertirse en una urbe modelo para el país. Este ambicioso proyecto, que abarcará más de 8.100 hectáreas, apunta a garantizar un crecimiento urbano planificado que integre desarrollo social, económico y ambiental.

La ubicación estratégica de esta ciudad cercana al megapuerto de Chancay y al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez facilitará su conexión con los principales ejes logísticos del Perú. Con una inversión estimada de 3.000 millones de dólares, el proyecto será financiado por una combinación de recursos públicos y privados.

Infraestructura clave para un crecimiento ordenado

El diseño de la Ciudad Bicentenario incluye elementos destacados como:

• Parque Industrial de Ancón: Principal polo industrial del país, con 1.338 hectáreas destinadas a actividades productivas y logísticas.
• Hospital de gran escala: Será el más grande del Perú, ocupando 26 hectáreas, casi el doble que el Hospital Rebagliati.
• Áreas verdes: Más de 2.000 hectáreas serán forestadas con aguas residuales tratadas, equivalentes al 60% de las zonas verdes actuales de Lima.
• Viviendas sociales: Con 280 hectáreas destinadas a este fin, la ciudad alojará a 115.000 habitantes en espacios planificados.

Impacto económico y ambiental

La Ciudad Bicentenario está diseñada para albergar a más de 500.000 personas, ofreciendo acceso a servicios básicos de calidad y un entorno sostenible. Este megaproyecto no solo mejorará la calidad de vida, sino que también impulsará la economía local al generar empleo y fortalecer la actividad comercial en la región.

Además, las medidas de sostenibilidad, como el tratamiento de aguas residuales y el uso eficiente de recursos, posicionan a esta urbe como un modelo resiliente al cambio climático, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible del Perú.

El rol del Megapuerto de Chancay

El desarrollo de la Ciudad Bicentenario está estrechamente ligado al megapuerto de Chancay, una infraestructura clave que transformará el comercio en el Pacífico sudamericano. Este terminal portuario, con capacidad para manejar hasta 1,5 millones de contenedores al año, permitirá a Perú competir en los mercados asiáticos, impulsando la exportación de materias primas y dinamizando la economía nacional.

Con una visión a largo plazo, la Ciudad Bicentenario se perfila como una de las iniciativas más importantes para transformar el desarrollo urbano y económico del país.

Los trabajos en la Estación Central avanzan hacia la integración del Metro de Lima y el Metropolitano, con un progreso significativo en las obras civiles y estructurales.

La Estación Central, parte del primer tren subterráneo del Perú, sigue avanzando para conectar el Centro de Lima con otros distritos de manera eficiente. Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), la estación, ubicada bajo el Paseo Colón, tiene un avance del 39% en obras civiles.

Actualmente, se ejecutan los elementos estructurales principales, como muros, pantallas y losas de cubierta. También se trabaja en la excavación subterránea de los niveles de vestíbulo y andén. En el sector Callao, se impermeabilizan 4 de los 6 sectores de la losa de cubierta para restablecer el tránsito en la Av. Garcilaso de la Vega, mientras que en Ate avanza la construcción de la galería COSAC, que conectará con el Metropolitano.

Más que una estación: conectividad y beneficios

El túnel de 180 metros que unirá esta estación con el Metropolitano permitirá una integración eficiente entre ambos sistemas de transporte. La Línea 2 contará con 27 estaciones y ya tiene cinco inauguradas. Esta infraestructura reducirá el tiempo de viaje entre Ate y el Callao de 2 horas y 30 minutos a solo 45 minutos, marcando un hito en la movilidad urbana de Lima.