Edge Computing: Construyendo redes más rápidas e inteligentes

Es fundamental para las compañías de cualquier industria que la computación sea lo más distribuida posible, esto es, que se puedan procesar los datos lo más cerca de los puntos donde son adquiridos, para así poder tomar las decisiones más inteligentes sobre los mismos.

                                                                                                                  Por Gabriel del Campo                                                                              Vicepresidente Regional de servicios de Data Center, Cloud & Seguridad          Lumen, LATAM

Un análisis realizado por la consultora Grand View Research estima que el mercado global del edge computing alcanzará los US$ 43.400 millones en 2027. Junto con ello, las proyecciones de Gartner indican que para el año 2025, el 75% de los datos empresariales se procesarán fuera de los data centers convencionales o de la nube.

Ambas cifras reafirman una tendencia clara, la consolidación de las soluciones y plataformas basadas en edge.

Hace años que estamos observando una mayor inversión en conectividad en Latinoamérica, pero lo importante no es sólo llegar a los principales centros, sino hacer que toda esa infraestructura que se esté desarrollando sea lo más ubicua posible, para así llegar hasta los últimos rincones donde las empresas y las personas necesitan esa conectividad.

Por lo tanto, además de mejorar la conectividad, es fundamental que la computación sea lo más distribuida posible, esto es, que las empresas puedan procesar los datos lo más cerca de los puntos donde se captan, para así poder tomar decisiones sobre los mismos. Esto implica construir redes más inteligentes, con capacidad de procesamiento y, desde la perspectiva de los clientes, la posibilidad de que puedan, no solamente conectarse de diferentes maneras a esos centros, sino también tener la capacidad de procesar las aplicaciones.

De esta manera, para cualquier aplicación, sea de negocios, entretenimiento, o personal, la latencia pasa a ser un elemento crítico en la definición del tiempo de respuesta, ya que, cuanto menor sea, se incrementa la capacidad de ofrecer mejores servicios y una mejor experiencia de usuario.

Ahora bien, el diseño de dichas aplicaciones que se desplegarán en soluciones edge es clave, ya que debe considerar desde su génesis el punto donde vamos a buscar los datos, hasta donde se procesan. Esto va más allá de la tecnología básica de hardware, ya que implica una integración sinérgica de las arquitecturas implicadas. Junto con ello, no debemos olvidar que estos conjuntos de sistemas requieren de recursos humanos muy capacitados, es crítico contar con el capital humano preparado y que cuente con la habilidades requeridas en este tipo de industria.

Por último, es fundamental tener todos los procesos internos necesarios para asegurar la mayor disponibilidad posible. La alta disponibilidad es un elemento crítico cuando pensamos en este tipo de experiencias de usuario. Se debe contar con los sistemas necesarios como para que nada impacte el servicio hacia el cliente final.

Considerando lo anterior, una solución basada en edge debe garantizar que cualquier aplicación y transacción se desarrolle en óptimas condiciones, especialmente porque están los datos que son críticos para nuestros clientes y para las personas, así que desde el punto de vista del operador, la implementación de esta tecnología debe realizarse bajo la premisa de “cada vez más cerca, cada vez más rápido, y también cada vez más seguro”.

Como actores de esta industria, estamos viendo una fuerte y rápida adopción de soluciones basadas en edge, tanto porque la oferta es cada vez mayor y los proveedores están impulsando fuertemente el desarrollo, mientras que la demanda de los clientes también se está incrementando.

De esta manera, se configura una combinación perfecta donde observamos cada vez más adopción y casos concretos que ayudarán a transformar en una realidad soluciones que quizás hoy ni siquiera estamos imaginando, y que en definitiva, cambiarán la forma en que vamos a vivir y trabajar en el futuro.