TRANSFORMANDO ESTEREOTIPOS EN EL SECTOR TECNOLÓGICO

revista economia

Por Erika Bernales, country manager de D-Link Perú y Ecuador

Hace 23 años en la IV° Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, las mujeres expusieron la necesidad de tener una mayor participación en el desarrollo de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) y en las decisiones políticas en torno al acceso, funcionamiento y gobernanza de Internet. Haciendo notorio en ese tiempo, el gran interés por parte de las mujeres de ingresar al rubro de la tecnología, un campo dominado en gran medida por los hombres. Hoy en día podemos apreciar que esta situación ha tenido grandes avances, aunque todavía queda mucho por avanzar, especialmente en cargos de primer nivel.

Por lo tanto, ¿cuál es el panorama actual en el Perú?  Hoy en el país, solo un 22% de mujeres forman parte de las juntas directivas de las compañías, de acuerdo al reciente Ránking PAR 2018, elaborado por Aequales y la Cámara Española. Dando a conocer que la gran parte de los cargos de alta dirección son ocupados por hombres. En el caso del rubro tecnológico, se puede identificar una diferencia en cuanto a las oportunidades laborales que los empleadores brindan a las mujeres, quienes pueden desempeñarse sin ningún inconveniente.

Asimismo, hoy en día son 1,26 millones emprendimientos liderados por mujeres peruanas, siendo un indicador positivo que refleja las destrezas que poseen las mujeres para dirigir equipos y proyectos.

Y es que las mujeres poseen múltiples y destacadas capacidades, las cuales pueden contribuir en su ejercicio laboral del día a día, especialmente en sectores duros, como en algún momento lo fue la tecnología. Esto debido al alto nivel de compromiso que posee, su implicancia con los objetivos corporativos, proactividad, especialización en nuevas tecnologías, adaptabilidad al cambio, entre otros. Según la investigación “La Digitalización y el Trabajo Americano”, realizada en Estados Unidos, resalta que el género femenino cuenta con más habilidades tecnológicas que los hombres, encabezando el estudio con tres puntos más que el masculino.

Finalmente, como país debemos promover que las mujeres desde su infancia tengan la posibilidad de superar sus límites y demostrar su talento en diferentes sectores. Hoy en día ya no existen carreras o trabajos que distingan géneros, un claro ejemplo es el mercado tecnológico. De esta forma, con el aporte de las mujeres en campos no explorados, nos será más fácil alcanzar una transformación social.