COVID 19: Perú registra el índice del hambre más alto de los últimos 7 años

  • Red Alliance2015 presentó el Índice Global del Hambre en el Perú. La región de la costa es la que ha tenido un mayor impacto negativo a diferencia de la sierra y la selva.
  • Los departamentos de la sierra y selva que han sido fuertemente golpeados por la pandemia son Apurímac, Huancavelica, Ucayali, Loreto, Huánuco, Ayacucho y Cusco.
  • Red Alliance2015 invoca al Gobierno y al sector privado a sumar fuerzas para fortalecer la resiliencia de los sistemas alimentarios en el Perú y hacer frente a los efectos de la pandemia y el cambio climático a fin de garantizar la seguridad alimentaria y nutricional.

El informe sobre el Índice Global del Hambre en el Perú (IGH) presentado por las organizaciones miembros de la red Alliance2015:  Fundación Ayuda en Acción, Cesvi, HELVETAS y Welthungerhilfe, revela que la pandemia de la COVID-19 no sólo ha quebrantado la salud y la economía de las familias sino también su seguridad alimentaria y nutricional.

Este último informe realizado en el 2020, señala que el Perú registra un IGH de 17 puntos, lo que significa que ha regresado al estado crítico del 2014 que denotaba un índice de 16.7, retrocediendo así siete años en la lucha contra el hambre, donde además se ha puesto en evidencia que los departamentos costeros son los que ha tenido un mayor impacto negativo que aquellos ubicados en la sierra y la selva.

Es así que la costa pasó de un IGH de 11.4 en el 2019 a 18.2 en el 2020, donde Lima Metropolitana pasó de 15.9 a 16.5 puntos este año con efectos negativos sobre el hambre, pero no tan severos. En el caso de la sierra, el indicador de hambre pasó de 17.6 (2019) a 19.2 puntos (2020) mientras que la selva fue el único territorio que mostró mejoras en su IGH pese a la pandemia pasando de un IGH de 18.7 en el 2019 a 15.9 puntos en el 2020.

Las restricciones de transporte generaron la tendencia a la baja en la costa y la sierra, ya que buena parte de la economía familiar se sustenta en la pluriactividad, que implica desplazamientos laborales de gran magnitud. En tanto, la resiliencia de la región amazónica se debe a la continuidad de la comercialización de cultivos agroindustriales como la palma aceitera, el café, cacao, etc.

Los departamentos de Apurímac, Huancavelica, Ucayali, Loreto, Huánuco, Ayacucho y Cusco fueron fuertemente golpeados por la pandemia perdiendo los avances conseguidos por varios años en materia alimentaria.

PREDICCIONES AL 2021

El retroceso de las cifras del IGH será más desalentador en el año 2021. Si bien, en los primeros trimestres del 2021 la economía experimentó un efecto rebote, luego se vio opacado por la crisis política y el contexto internacional que han generado presiones inflacionarias considerables, afectando la capacidad adquisitiva de la población.

“Según las proyecciones que recoge este informe para el ámbito nacional, en un escenario de impacto leve, el IGH 2021 se situaría en 16.1, cifra lejana de la alcanzada en el 2019 con 15.7 puntos. En un escenario de impacto moderado, el índice se situará en 16.6, cifra similar a la del 2014. Y bajo un escenario de impacto severo, el IGH se registrarían en 16.8, es decir, en un nivel muy similar al registrado en la pandemia”, sostuvo William Campbell, vocero de la red Alliance2015 y director de Fundación Ayuda en Acción Perú, durante su presentación.

Frente a los retos pendientes para abordar los problemas estructurales develados durante la pandemia de la COVID-19 y en un contexto de recuperación de sus efectos más severos, la red Alliance2015 invoca al Gobierno, donantes y al sector privado a sumar fuerzas para fortalecer la resiliencia de los sistemas alimentarios en el Perú para hacer frente a los efectos de la pandemia, el cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional.

“Reiteramos nuestro llamado del año pasado de la importancia de abordar la salud, la seguridad alimentaria y nutricional considerando la salud humana, animal y ambiental, así como las relaciones comerciales equitativas con un enfoque holístico”, manifestó Susanna Daag, vocera de la red Alliance2015 y representante de Welthungerhilfe en Perú, durante su presentación.

“El informe resalta que los programas sociales, tanto alimentarios como no alimentarios han contribuido a mejorar las condiciones de vida de muchas poblaciones desfavorecidas.  Sin embargo, es necesario implementar medidas complementarias y sistemas de protección social con dominios más universales y que tengan un mayor alcance”, afirmó Binolia Porcel, vocera de la red Alliance2015 y representante de HELVETAS Perú, en su participación.

«Las empresas y sociedad civil son de vital importancia para complementar, potenciar o mejorar la acción pública. Iniciativas como ollas comunes o atención comunitaria, desde las mismas poblaciones afectadas, han demostrado una respuesta rápida y eficaz ante las pérdidas económicas generalizadas, y han reducido los impactos severos de los choques adversos sobre la economía, la salud y la alimentación», mencionó Davide Bellini, vocero de la red Alliance2015 y representante de Cesvi, durante su intervención.

La presentación de este informe contó también con las participaciones de Laureano Del Castillo, Director Ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES); Marco Ramírez, Director de Población de la Dirección General de Población, Desarrollo y Voluntariado del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y César Sotomayor Calderón, Coordinador Nacional del Proyecto GEF- AGROBIODIVERSIDAD del Ministerio del Ambiente (MINAM) y Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI).

El Índice Global del Hambre es una herramienta multidimensional diseñada para la medición integral del hambre. En el Perú, este informe ha sido elaborado con base a dos instrumentos de medición nacional: la Encuesta demográfica y de salud familiar (Endes) y la Encuesta nacional de hogares (Enaho). A partir de esos resultados se han analizado tres componentes: la inadecuada oferta alimentaria, la desnutrición infantil y la mortalidad infantil.