La Municipalidad de Lima ultima detalles para la llegada de trenes donados por Caltrain. El proyecto busca rehabilitar las vías del Ferrocarril Central con una inversión que supera los USD 24 millones.
El sistema ferroviario de Lima suma un nuevo avance con la próxima llegada de trenes Caltrain procedentes de Estados Unidos. La iniciativa, impulsada por la Municipalidad Metropolitana de Lima, tiene como objetivo rehabilitar el antiguo Ferrocarril Central para conectar Chosica con el Callao mediante un servicio de transporte de pasajeros, a través de dos fases.
El primer embarque de los trenes está programado para el 19 de junio, desde el puerto de Stockton (California), y se estima que llegarán al puerto del Callao en julio, si las condiciones lo permiten. Esta operación logística es clave dentro del plan que busca aprovechar la infraestructura ferroviaria existente y conectar con otros sistemas de transporte urbano como la Línea 2 del Metro de Lima.
Infraestructura ferroviaria: componentes y condiciones de los trenes
Los trenes, según las especificaciones difundidas, están construidos en acero inoxidable, poseen sistemas de aire acondicionado, doble nivel de pasajeros, espacios adaptados para bicicletas y servicios higiénicos modernos. Estas unidades, retiradas del sistema Caltrain en California, forman parte de una donación técnica que ha sido sometida a procesos de revisión antes de su embarque.
El recorrido proyectado contempla 11 estaciones distribuidas en dos etapas. La primera fase cubrirá la ruta Chosica–Desamparados, con paradas en Chaclacayo, Ñaña, Huaycán, Zoológico, Evitamiento y Desamparados (Centro de Lima). En la segunda fase, se ampliará hasta el Callao, incluyendo estaciones en Caquetá, Universitaria, Faucett y la terminal portuaria, permitiendo una interconexión multimodal con la Línea 2 del Metro.
Inversión y cuestionamientos técnicos
El proyecto ha requerido hasta el momento una inversión de más de USD 24 millones, destinados al traslado, adecuación técnica y logística de los trenes. Parte de estos recursos también se han empleado en inspecciones, diagnósticos y planificación operativa.
Sin embargo, especialistas han manifestado preocupaciones en torno al tipo de combustible utilizado (diésel) y la antigüedad de las unidades (alrededor de 40 años), lo que podría representar un reto en materia de eficiencia energética y sostenibilidad ambiental. La Municipalidad ha señalado que los trenes fueron inspeccionados y se encuentran en condiciones óptimas para operar en el contexto del Ferrocarril Central.
También se ha registrado controversia por la contratación de la empresa Rail Electrical Services para las evaluaciones técnicas, dado que su constitución y vínculos con extrabajadores del sistema Caltrain han generado dudas sobre su idoneidad. Actualmente, esta contratación está bajo revisión.
Pese a las observaciones, el avance del proyecto representa un intento por reactivar y modernizar el transporte ferroviario de cercanías en Lima, ofreciendo una alternativa para descongestionar el tránsito urbano y mejorar la conectividad intermodal con otras infraestructuras clave.