Nuevas necesidades corporativas y un mayor despliegue de 5G podrían ser claves para una adopción a escala masiva de este modelo de infraestructura en la región.
En un contexto de aceleración de la transformación digital en que las aplicaciones son cada vez más demandantes en términos de poder computacional y de velocidad, la propuesta de la arquitectura Edge Computing evita los largos viajes de los datos hacia los centros de datos principales para que se procesen allí y vuelvan hasta el dispositivo que los necesita. A cambio, lleva la inteligencia más cerca del lugar en que se procesan. Así, cuando es imprescindible que una aplicación interprete algo, acceda a una información o entregue una respuesta en menos de milisegundos, Edge Computing será la solución.
Aplicaciones como el reconocimiento facial en los aeropuertos para controlar que los pasajeros no tengan ningún problema judicial, el análisis del perfil de los consumidores que ocupan un ascensor en un momento determinado para mostrar en las pantallas de esta publicidad relevante y alineada con los intereses de los pasajeros, son apenas algunos ejemplos de cuando el tiempo es una variable clave y no se puede esperar. En todos esos casos, la respuesta es el Edge Computing.
Diversos factores impulsan el crecimiento de Edge Computing en la región. Por un lado, la adopción incremental de soluciones de video, realidad aumentada o realidad virtual, industria 4.0 y hasta inteligencia artificial que fuerzan a obtener respuestas en tiempo real. El estudio Informe de Tendencias Globales: cómo la Cuarta Revolución Industrial está cambiando la TI, las empresas y el mundo de Lumen ya había detectado que el 60% de los tomadores de decisiones de IT globales necesitan una latencia menor a 10 milisegundos para sus aplicaciones, cifra que cae a 5 milisegundos para el 20% de ellos.
Por otra parte, la aparición de plataformas interoperables que permiten a los clientes utilizar Edge Computing adaptado a sus necesidades y sus casos de uso de manera ágil e integral. Y, por supuesto, la evolución de la tecnología de telecomunicaciones 5G, que parece desarrollada a medida para Edge Computing. En efecto, la aparición de 5G multiplica las oportunidades, ya que como una de sus características es la baja latencia, en especial entre las estaciones repetidoras de señales y los dispositivos, permitirá incrementar de manera notable los casos de uso. Se estima que las conexiones 5G en la región pasarán de ser las 300.000 de 2020 a 61,9 millones en 2025, de acuerdo a datos de Statista.
“Los dos grandes beneficios de Edge Computing son la posibilidad de entregar la mejor experiencia del usuario y hacer posible prácticamente cualquier solución tecnológica, sin que importe cuán intensivo sea su procesamiento o que tan sensible sea a la latencia”, señala Fernando Zangrande, Director de Operaciones de Data Center de Lumen LATAM.