Los índices de Wall Street marcaron nuevos récords, impulsados por la expectativa de más recortes de tasas de la Fed y el empuje de las tecnológicas, mientras el mercado global se mueve entre el optimismo bursátil y la cautela por riesgos económicos y geopolíticos.
En Estados Unidos, los mercados bursátiles cerraron la semana con máximos históricos, impulsados por la expectativa de nuevos recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. El S&P 500 superó los 6.660 puntos, liderado por las megacapitalizaciones tecnológicas, mientras que el Nasdaq 100 y el Dow Jones también alcanzaron niveles récord. La Fed, a través de distintas intervenciones de sus miembros, dejó entrever que la política monetaria seguirá siendo expansiva, aunque con matices. El gobernador Miran destacó que la economía estadounidense podría beneficiarse de un tipo de interés cercano a la neutralidad, advirtiendo que mantener una política demasiado restrictiva por más tiempo podría poner en riesgo el mercado laboral. Asimismo, señaló que las fuerzas desinflacionarias están en marcha, incluyendo la reducción de la inmigración, y que los cambios en la política fronteriza han sido un factor inflacionario en los últimos años. Miran enfatizó que no ve riesgos inflacionarios derivados de los aranceles y que la economía podría mostrar un mejor desempeño en la segunda mitad del año.
Por su parte, Neel Kashkari, otro de los miembros de la Fed, sostuvo que aún se requieren recortes adicionales de tasas este año, aunque advirtió que el mercado laboral se encuentra en una situación frágil, con empresas en pausa respecto a contrataciones y despidos. Kashkari reafirmó que la inflación subyacente muestra señales de moderación, especialmente en servicios de vivienda, y que la Fed no está dispuesta a tolerar un nivel de inflación del 3%, confiando en que puede reconducirla al 2%. En paralelo, Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco, subrayó que el mercado laboral se ha debilitado de forma notable en el último año y que los recortes buscan sostenerlo, aunque reconoció que la inteligencia artificial podría estar afectando la dinámica del empleo.
En el frente político, el presidente Donald Trump mantuvo una agenda cargada de declaraciones y encuentros. Confirmó que Estados Unidos defenderá a Polonia en caso de una escalada rusa, reiteró su decepción con Vladimir Putin y anunció que se reunirá con líderes árabes para abordar la guerra en Gaza. Además, sostuvo una llamada con el presidente chino Xi Jinping, en la que ambos mandatarios calificaron las conversaciones como positivas y constructivas, destacando avances en temas comerciales y en el acuerdo sobre TikTok, que otorgará seis de siete asientos en la junta directiva a estadounidenses y cuyo algoritmo quedará bajo control de Washington. Trump también adelantó que planea visitar China a inicios del próximo año y que Xi asistirá a la cumbre de APEC en Corea del Sur.
En el ámbito corporativo, Oracle se encuentra en conversaciones avanzadas con Meta para un acuerdo multianual de computación en la nube valorado en unos 20.000 millones de dólares, lo que consolidaría a Oracle como un actor clave en la infraestructura de inteligencia artificial frente a gigantes como Amazon, Microsoft y Google. Apple, por su parte, ha solicitado a sus proveedores aumentar en al menos un 30% la producción diaria del modelo estándar del iPhone 17, reflejando una fuerte demanda. JPMorgan elevó el precio objetivo de Apple de 255 a 280 dólares, reforzando la confianza en su desempeño. Google, en tanto, anunció que apelará la decisión judicial sobre su negocio de tecnologías publicitarias y advirtió que los cambios propuestos por el Departamento de Justicia van más allá de la sentencia inicial. Además, la compañía señaló que para que Estados Unidos mantenga su liderazgo en inteligencia artificial, el sistema de patentes debe evolucionar.
En el sector energético, los futuros del crudo WTI cerraron en 62,68 dólares por barril, con una caída del 1,4%, mientras que el Brent se situó en 66,68 dólares, retrocediendo un 1,13%. Los futuros de gasolina y diésel también registraron descensos, en un contexto de inventarios ajustados y tensiones geopolíticas. El gas natural en el Nymex cerró en 2,888 dólares por MMBTU. En paralelo, Baker Hughes reportó un aumento en el conteo de plataformas petroleras en Estados Unidos, con 418 activas, frente a 416 la semana anterior.
En Europa, la atención se centró en la rebaja de la calificación crediticia de Francia por parte de Morningstar DBRS, que redujo su nota a AA desde AA (alto), con perspectiva estable. El presidente Emmanuel Macron, en una entrevista con CBS, minimizó la dependencia europea del petróleo y gas rusos, calificándola de marginal. Sin embargo, la Comisión Europea propuso adelantar la prohibición de importaciones de gas natural licuado ruso a enero de 2027 y ampliar las sanciones contra la llamada “flota en la sombra” de Rusia. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, subrayó que las nuevas medidas también alcanzarán a plataformas de criptomonedas. En paralelo, Estonia solicitó consultas bajo el Artículo 4 de la OTAN tras la violación de su espacio aéreo por aviones rusos, mientras que Alemania y Polonia denunciaron incursiones similares en el mar Báltico.
El Banco Central Europeo, a través de varios de sus miembros, mantuvo un tono prudente. Centeno advirtió que los riesgos inflacionarios se inclinan a la baja y que el próximo movimiento del BCE probablemente sea un recorte, aunque insistió en que no se puede tolerar una inflación por debajo del 2% durante demasiado tiempo. Kazaks, por su parte, afirmó que el objetivo del 2% ya se ha alcanzado y que no hay prisa por modificar las tasas. Lagarde reconoció que persiste la incertidumbre en Europa, mientras que Muller destacó que la economía podría beneficiarse de un repunte de la demanda interna.
En el Reino Unido, los datos de ventas minoristas sorprendieron al alza, con un crecimiento mensual del 0,5% en agosto, mientras que las ventas subyacentes avanzaron un 0,8%. Sin embargo, el endeudamiento público se disparó a 17.962 millones de libras, muy por encima de los 1.054 millones del mes anterior, lo que presionó a la libra esterlina, que cayó a mínimos de una semana. Los rendimientos de los bonos a 30 años también se elevaron, reflejando la preocupación por la sostenibilidad fiscal.
En Asia, el Banco de Japón mantuvo su política monetaria sin cambios, aunque el gobernador Ueda reconoció que la economía japonesa está resistiendo el impacto de los aranceles y que la tendencia de precios se acerca al 2%. Ueda señaló que, de cumplirse las previsiones, el banco continuará subiendo tasas, aunque advirtió sobre la elevada incertidumbre global. En paralelo, el ministro de Exteriores de Japón, Iwaya, afirmó que el país no debate si reconocer un Estado palestino, sino cuándo hacerlo, y advirtió que se tomarán medidas adicionales si Israel bloquea la solución de dos Estados. En Corea del Sur, las exportaciones de los primeros 20 días de septiembre crecieron un 9,9% interanual, generando un superávit comercial de 1.894 millones de dólares. En China, el índice CFETS del renminbi cayó 0,24 puntos en la semana, mientras que el primer ministro Li confirmó su visita a Nueva York para la Asamblea General de la ONU.
El panorama global refleja una confluencia de factores que mantienen a los mercados en un delicado equilibrio entre optimismo y cautela. En Estados Unidos, la política monetaria expansiva de la Fed sigue siendo el principal motor de los mercados, aunque la fragilidad del empleo y la incertidumbre sobre la inflación podrían limitar el margen de acción. El sector corporativo, liderado por gigantes tecnológicos como Apple, Oracle y Google, continúa siendo un pilar de confianza, aunque enfrenta crecientes desafíos regulatorios.
En Europa, la combinación de tensiones geopolíticas, riesgos fiscales y la necesidad de mantener la inflación en torno al 2% condiciona la política del BCE, mientras que el Reino Unido enfrenta un dilema entre crecimiento débil y deterioro fiscal. En Asia, Japón y Corea del Sur muestran resiliencia, mientras que China busca estabilizar su moneda y proyectar una imagen de cooperación internacional.
De cara al futuro, los mercados podrían mantener su sesgo alcista en el corto plazo, impulsados por la liquidez y la fortaleza corporativa, aunque los riesgos geopolíticos y fiscales podrían generar episodios de volatilidad. El escenario más probable es el de una continuidad en el rally bursátil, con ajustes puntuales en función de los datos macroeconómicos y las decisiones de política monetaria, mientras que en el mediano plazo la atención se centrará en la sostenibilidad fiscal en Europa y en la capacidad de Asia para mantener su dinamismo frente a un entorno global incierto