Por Yoandris Rives Rodríguez, Gerente Regional para LATAM en B2BINPAY
Nuestro mundo evoluciona a una velocidad vertiginosa, y el sector financiero parece avanzar aún más rápido — impulsado por el auge de las criptomonedas, las remesas peer-to-peer y las herramientas digitales diseñadas para creadores y pequeños negocios. En este entorno dinámico, las regiones no solo se están adaptando; están en una competencia feroz. América Latina, que durante mucho tiempo estuvo limitada por la inflación, las costosas transferencias transfronterizas y los sistemas bancarios inflexibles, empieza a redefinir su posición. Existe una creciente demanda de soluciones de pago cripto simples y de bajo costo, especialmente entre comerciantes y emprendedores que buscan alternativas a los sistemas tradicionales. Cambios regulatorios recientes — como el marco cripto de vanguardia de Brasil y la audaz iniciativa de Bitcoin en El Salvador — han preparado el terreno para una aceptación más amplia. Hoy, el mercado de remesas en la región, incluidas las nuevas opciones basadas en cripto, representa una oportunidad de más de 150 mil millones de dólares, con los activos digitales convirtiéndose en parte integral del panorama.
Además, LATAM ya es una de las regiones de adopción cripto de más rápido crecimiento. La velocidad de la adopción está impulsada por la inflación elevada en general, las devaluaciones ocasionales de las monedas y el acceso limitado a la banca tradicional. Cuando decimos que el cripto está transformando una oportunidad de remesas de más de 150 mil millones de dólares, nos referimos al mercado total de remesas, donde la cifra de más de 100 mil millones — alrededor de dos tercios del segmento — refleja la porción que se está transformando gracias a las vías digitales y cripto, en especial las stablecoins y las plataformas de liquidación de bajo costo. Esto beneficia a grupos cada vez más amplios de ciudadanos al reducir significativamente las comisiones y acelerar los tiempos de liquidación.
En definitiva, las liquidaciones cripto de bajo costo son cada vez más bien recibidas porque pueden reducir drásticamente tarifas y demoras en comparación con sistemas tradicionales como SWIFT o Western Union. Brasil y México son, quizás, los principales puntos de entrada porque combinan alto uso de cripto, impulso regulatorio y fuertes flujos de remesas. Estos países por sí solos marcan la pauta para el mercado latinoamericano en general.
La magnitud y dinámica de la adopción cripto pueden ilustrarse con los siguientes hechos. América Latina recibió un poco más del 9%, o casi 415 mil millones de dólares, del valor de criptomonedas entre julio de 2023 y junio de 2024, superando a Asia Oriental. La región claramente está ganando impulso: en junio de 2025, América Latina recibió ya alrededor de 1,7 billones de dólares en valor de criptomonedas on-chain en un año, lo que representó aproximadamente el 17,5% de la actividad global en ese período. Además, la adopción cripto en la región creció en torno al 63% interanual hasta mediados de 2025, convirtiéndose en una de las tasas de crecimiento más fuertes a nivel mundial.
Numerosos factores impulsan esta tendencia auto-reforzada: la inflación, la fluctuación de las monedas locales y las transferencias transfronterizas costosas. Para millones, las stablecoins se han convertido en una especie de “dólares digitales”: una forma práctica de ahorrar sin recurrir a la banca tradicional, con sus conocidos inconvenientes, y de realizar transacciones sin preocuparse por tipos de cambio injustos, comisiones elevadas, trampas de devaluación o burocracia. Esta situación demuestra cómo las criptomonedas pueden cumplir un propósito estabilizador, en lugar de ser vistas solo como un fenómeno subterráneo. En un mundo donde las monedas tradicionales suelen ser inestables, los activos digitales y los exchanges cripto están emergiendo finalmente como medios y herramientas de seguridad financiera.
Las stablecoins son las reinas en LATAM, y la conversión instantánea cripto-a-fiat suele ayudar a mitigar los riesgos de volatilidad que asustan a muchos comerciantes. Ahora pueden aceptar pagos en cripto cada vez más sin preocuparse por las oscilaciones del mercado. Para los proveedores de pagos y las empresas fintech, el mensaje es claro: la demanda de soluciones cripto seguras y fáciles de usar en América Latina no dejará de crecer.
El “contagio” de El Salvador
Un pequeño flashback. Cuando El Salvador convirtió al Bitcoin en moneda de curso legal en 2021, el efecto dominó fue sorprendentemente significativo y duradero, pues desencadenó una especie de despertar regional. Para mediados de 2025, América Latina había acelerado enormemente, con la adopción cripto creciendo un 63% anual, y con Brasil emergiendo como líder, no solo integrando stablecoins en billeteras digitales y plataformas de remesas, sino también educando a audiencias más amplias en su uso. Al mismo tiempo, la población argentina, golpeada por la inflación, recurrió a las criptomonedas para pagos cotidianos y ahorro, mientras que freelancers y creadores en Panamá empezaron a aceptar USDC y BTC directamente, esquivando los obstáculos de la banca tradicional.
En Colombia, por ejemplo, las criptomonedas encontraron terreno fértil en la economía gig y el comercio digital. Las plataformas que ofrecían conversión instantánea cripto-a-peso ganaron tracción entre pequeños negocios y trabajadores remotos, especialmente en ciudades como Medellín y Cali. Lo que empezó como un movimiento audaz en San Salvador evolucionó hacia un cambio continental — el cripto dejó de ser solo especulativo para convertirse en práctico, impulsando el comercio, las transferencias transfronterizas y una nueva economía digital.
Pagos digitales en LATAM
No hace mucho, los pagos digitales eran una novedad, pero ahora se están convirtiendo lenta pero firmemente en parte de la vida cotidiana de los latinoamericanos. Me sorprende recordar que esta región dependía fuertemente del efectivo, y hoy abraza de lleno las billeteras móviles, los códigos QR y una variedad de soluciones digitales. Una parte significativa de esta transformación es que las personas buscan formas más rápidas y seguras de manejar y transaccionar sus finanzas. Países como México, Brasil y Argentina están a la vanguardia de esta transición, gracias a una ola de fintechs que ofrecen opciones más simples y asequibles que la banca tradicional. Estas innovaciones no solo están transformando cómo compra la gente; también están remodelando el comercio entre empresas, tanto local como internacionalmente.
Entre muchos otros beneficiarios, los servicios de entrega de comida han cosechado claras ventajas de estos métodos de pago digitales. Cada vez más personas dejan de usar el pago contra entrega y optan por billeteras en aplicaciones y tarjetas. Incluso plataformas de entretenimiento en línea, como cines virtuales y casinos digitales, se han sumado, adoptando opciones de pago más flexibles para mejorar la experiencia del usuario y mantener altas tasas de retención.








