Una iniciativa presentada en el último Jueves Minero plantea un modelo conjunto para generar valor agregado al cobre y reforzar la competitividad regional.
Una propuesta estratégica de integración minera
En la reciente edición del Jueves Minero se presentó un planteamiento que busca redefinir el papel de Chile y Perú en la cadena global del cobre: la creación de una zona franca minera binacional. El objetivo central es pasar de exportar principalmente mineral a desarrollar un ecosistema industrial capaz de generar productos con mayor valor agregado.
Contexto y desafíos de la industria
Durante la exposición, se destacó que ambos países concentran cerca del 40% de la producción mundial de cobre, pero siguen operando mayoritariamente como proveedores de materia prima. Además, se advirtió que el plazo promedio para desarrollar un proyecto minero pasó de 6 años en los años 90 a cerca de 18 entre 2020 y 2024, debido a mayores exigencias regulatorias, técnicas y ambientales.
Hacia un modelo binacional de valor agregado
La propuesta plantea un espacio integrado que combine puertos, corredores logísticos, plantas de procesamiento, plataformas metalmecánicas y químicas, y servicios industriales. También evalúa la manufactura local de cables, barras, tuberías y componentes para electromovilidad, entre otras líneas de transformación. Las posibles ubicaciones se encuentran en regiones estratégicas de ambos países, como Antofagasta, Atacama, Tarapacá, Moquegua, Tacna o Arequipa.
Condiciones para su implementación
El modelo considera un régimen regulatorio y aduanero especial basado en acuerdos bilaterales ya vigentes, además de la posibilidad de un ferrocarril binacional del cobre. La propuesta contempla una gobernanza mixta entre los Estados y el sector privado, junto a un enfoque de desarrollo comunitario orientado a la innovación y a los encadenamientos productivos.






