Sharf es la primera empresa logística peruana con Certificación B, uniéndose a una red global de 9,000 compañías con alto estándar social y ambiental. Como parte de su gestión, la empresa ha logrado un aprovechamiento de residuos por encima del 40% en el último año. En 2025, además, ha registrado su cuarta huella de carbono ante el MINAM.
La sostenibilidad es un pilar clave para las empresas líderes, que hoy generan valor compartido y promueven un crecimiento económico con sentido social. Entre más de 9 mil empresas del Sistema B en el mundo, Sharf, empresa peruana líder en el mercado logístico, marca un hito al convertirse en la primera empresa del rubro logístico del Perú en lograr esta certificación global de sostenibilidad.
Este reconocimiento fue otorgado tras una evaluación integral en cinco áreas clave: gobernanza, trabajadores, medio ambiente, clientes y comunidad. Dentro de ello, uno de sus principales logros es que ha mantenido un índice superior al 40% en el aprovechamiento de residuos en el último año. Además de su enfoque en economía circular, Sharf ha reforzado su estrategia para reducir su huella de carbono. En el último año, incrementó en un 8% el uso de vehículos eléctricos en su flota y en un 6% el uso de unidades sostenibles de terceros. También priorizó en un 5% el transporte marítimo sobre el aéreo, y registró en el 2025 su cuarta huella de carbono ante el MINAM, en un sector responsable del 11% de las emisiones de GEI en el país.
“La certificación de Sharf como Empresa B marca un precedente para el sector logístico en el Perú y demuestra que es posible alinear la eficiencia operativa con un propósito ambiental y social”, afirmó Pepe Ríos, CEO de Sharf.
En el frente social, Sharf ha impulsado donaciones corporativas e iniciativas de contratación inclusiva para personas mayores de 50 años. Como parte de su compromiso con las comunidades donde opera, el 84% de los Puntos Sharf están gestionados por pequeños negocios como librerías, bazares y bodegas, generando ingresos adicionales y fortaleciendo economías locales.
“La Certificación B reconoce lo que en Sharf venimos construyendo desde hace años: una logística que no solo mueve productos, sino que genera impacto positivo. Este logro nos impulsa a seguir innovando con responsabilidad y compromiso hacia el país y el planeta”, señaló Ríos.