Los arrestos de sus máximos directivos reactivan el debate sobre el uso de fondos públicos, su estructura accionarial y una historia empresarial marcada por las pérdidas.
Una aerolínea con historial financiero frágil
Plus Ultra se presenta como una aerolínea española especializada en rutas entre Madrid y varios destinos de Latinoamérica y África, operativa desde 2015 con una flota basada en Airbus A330. Sin embargo, sus orígenes se remontan a 2011 y su trayectoria ha estado marcada por los números rojos. En 2021, la propia compañía reconoció que nunca alcanzó rentabilidad y que sobrevivió gracias a préstamos y ampliaciones de capital, especialmente las impulsadas por dos sociedades controladas por los empresarios venezolanos Rodolfo José Reyes Rojas, Raif El Arigie Harbie y Roberto Roselli Mieles, quienes hoy poseen el 56,8% del capital a través de Snip Aviation y FlySpain.
Un rescate millonario que abrió un debate político
En marzo de 2021, el Gobierno español aprobó un rescate de 53 millones de euros mediante el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI. La ayuda, avalada por informes externos de Daiwa Corporate Advisory, Deloitte y AESA, incluía un préstamo ordinario de 19 millones y otro participativo de 34 millones. Según la aerolínea, los recursos se usaron para pagar acreedores, cubrir nóminas, devolver dinero a pasajeros y modernizar la flota. La operación generó un intenso debate por el carácter estratégico otorgado a la empresa, su presencia mayoritaria de accionistas venezolanos y sus vínculos con sociedades panameñas consideradas de alto riesgo fiscal.
Detenciones y sospechas de blanqueo
El caso ha tomado un giro decisivo tras la detención del presidente de Plus Ultra, Julio Martínez, y del consejero delegado, Roberto Roselli. La investigación se origina en una denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción en octubre de 2024, donde se plantea que parte de los fondos del rescate se habrían utilizado para saldar préstamos que terminaron en cuentas extranjeras asociadas a una red dedicada al blanqueo de capitales procedentes de Venezuela. La Audiencia Nacional trasladó el caso al Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, que ahora lidera las diligencias. Aunque no se conocen más detalles, la investigación pone bajo la lupa el flujo de dinero, el destino final de los fondos públicos y la estructura financiera de la aerolínea.
Panorama económico
El nuevo escándalo agrava la percepción de riesgo reputacional y financiero de Plus Ultra, que ya operaba en un sector altamente competitivo y con márgenes estrechos. Para el Estado español, el caso reabre el debate sobre los procesos de evaluación de rescates estratégicos y el control posterior del uso de fondos públicos. En el mercado europeo de aviación, marcado por fusiones y ajustes postpandemia, la situación de Plus Ultra evidencia los desafíos de sostener aerolíneas con estructuras débiles, una dependencia elevada de capital externo y cuestionamientos sobre la transparencia de sus accionistas.






