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jueves, diciembre 18, 2025
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Un superávit con sabor a poco: la balanza comercial mejora, pero las exportaciones retroceden

Argentina registró en mayo su mayor superávit comercial del año, aunque las exportaciones cayeron por primera vez desde fines de 2023. La mejora se explica por una baja importadora atada a señales de desaceleración.

En mayo de 2025, la balanza comercial argentina arrojó un superávit de 608 millones de dólares, el más alto del año según el INDEC. Sin embargo, el dato vino acompañado de una señal de alerta: las exportaciones cayeron 7,4 % interanual, su primera baja desde diciembre de 2023. Esta caída se dio pese a una leve mejora mensual desestacionalizada del 0,4 %.

El valor total exportado fue de US$7.095 millones, mientras que las importaciones sumaron US$6.488 millones, marcando un alza del 29,4 % respecto al mismo mes del año pasado. Así, el intercambio comercial totalizó US$13.583 millones, con una expansión del 7,1 % interanual.

Exportaciones en retroceso

Las cifras muestran un freno importante del motor exportador. Salvo por las manufacturas de origen industrial (MOI), que subieron 2,1 %, todos los demás componentes mostraron caídas:

  • Combustibles y energía: –29,2 % (–US$267 millones).

  • Manufacturas de origen agropecuario (MOA): –11,3 % (–US$316 millones).

  • Productos primarios: –1,4 % (–US$28 millones).

La explicación de LCG es clara: la comparación interanual se hace contra un mayo 2024 con incentivos cambiarios más favorables, lo que elevó los valores exportados en ese entonces. Las cantidades exportadas en mayo 2025 bajaron 6 %.

Importaciones: efecto rebote y señales mixtas

Las importaciones se dispararon respecto a mayo del año pasado, pero esto responde más a la baja base de comparación que a un verdadero auge de la demanda. En total, el país importó US$1.476 millones más que un año atrás, con un incremento de 39 % en cantidades.

Los rubros más destacados:

  • Bienes de capital: +69 % interanual (+US$509 millones).

  • Vehículos de pasajeros: +160,1 %.

  • Bienes de consumo: +75,1 %.

  • Piezas para bienes de capital: +33 % (+US$347 millones).

La única caída se dio en combustibles y lubricantes, que retrocedieron 31 % interanual, en parte por menores precios internacionales (–22 %) y por una caída en las cantidades (–9 %), asociada al mayor abastecimiento interno de gas natural gracias al gasoducto Néstor Kirchner.

¿Reactivación o espejismo?

Desde LCG señalaron que, si bien el superávit de mayo fue el más alto del año (promedio de US$224 millones en los meses anteriores), este se dio en un contexto de menor actividad económica. Las importaciones desestacionalizadas tocaron su punto más bajo en lo que va del 2025, un indicador que suele anticipar enfriamiento.

Así, el saldo comercial positivo no proviene de un auge exportador, sino de una contracción de las compras externas por debilidad interna.

Boom minero impulsa a Metso a superar los US$ 200 millones en la región andina norte

La expansión del sector minero en el sur de Perú y Chile catapulta a Metso, empresa líder en soluciones para molienda y chancado, a nuevas metas comerciales y estratégicas en su centro de operaciones andino.

En un contexto de fuerte crecimiento de la minería en el sur andino, la multinacional finlandesa Metso —especializada en equipos y servicios para molienda, chancado y procesamiento de minerales— ha superado los US$ 200 millones en ingresos en la región andina norte, con alto foco en Perú y parte de Bolivia y Ecuador.

Crecimiento estratégico: centro de servicio y sostenibilidad

  • Metso ha invertido significativamente en su Centro de Servicios en Arequipa, expandiendo 600 m² y elevando la capacidad de izaje con grúas de hasta 140 toneladas para atender molinos, chancadores y zarandas de gran tonelaje

  • Además, inauguró un container autosostenible en Quellaveco, operado con paneles solares y generando energía limpia y reducciones de CO₂, alineándose con su objetivo de reducir su huella de carbono a nivel local

Servicio al cliente e impulso operativo

  • En febrero de 2024, Metso ejecutó un mantenimiento express en un molino SAG para Anglo American – Quellaveco, completándolo en 48 horas (22 horas antes de lo previsto), con altos estándares de seguridad y calidad.

  • En colaboración con una minera en Ica, realizó el reemplazo de corona y piñón de molino clave, usando tecnología TomTom Tools para alineamiento preciso, completando el trabajo en 14 días sin afectar la producción. 

Reconocimiento y proyección

  • Un estudio de Phibrand (2023) reconoció a Metso Perú & Norte como el mejor proveedor de equipos de chancado y molienda en el país.

  • Con miras al futuro, la compañía planea fortalecer aún más su operación: en el cuarto trimestre de 2025 inaugurará un nuevo centro de servicios en Arequipa con tecnología de última generación.

Interpretación para el lector

  • Sector minería: El auge extractivo en el sur peruano y la demanda por mantenimiento confiable fortalecen la posición de Metso en la región.

  • Inversión industrial: La planificación y la rápida ejecución técnica son fundamentales para evitar paradas imprevistas, ahorrando millones y manteniendo la continuidad operativa.

  • Sostenibilidad como diferencial: Iniciativas como el container solar y la medición de huella de carbono añaden valor reputacional y alinean a Metso con las exigencias ESG de las grandes mineras.

Perspectivas

El desempeño de Metso refleja una tendencia: la industria minera en la región andina —especialmente sur del Perú— está en pleno auge. Metso está capitalizando esta coyuntura con soluciones técnicas ágilmente implementadas y un enfoque sostenible.

  • En el corto plazo, se espera que continúen las inversiones en mantenimiento, retrofit y servicio, especialmente en grandes proyectos (Quellaveco, Toquepala, Cerro Verde, entre otros).

  • En el mediano plazo, el crecimiento del centro en Arequipa y nuevas capacidades pueden apoyar expansiones adicionales en minería regional.

  • En el largo plazo, su apuesta ESG y de eficiencia abrirá puertas en licitaciones y contratos con estándares globales.

Recomendación para profesionales y ejecutivos

  • Empresa minera: Considerar a Metso como aliado estratégico para mantenimiento crítico y retrofit, clave para continuidad operacional.

  • Inversores: Mapear las iniciativas de Metso como indicador adelantado del dinamismo del sector minero regional.

  • Reguladores/clima de negocios: Impulsar políticas que optimicen el desarrollo de infraestructura y servicios mineros como los que provee Metso, beneficiando la competitividad nacional.

Chile se posiciona en el mapa mundial con productos que van más allá del cobre

Con un récord de 24 productos liderando las exportaciones globales en 2024, Chile afianza su presencia internacional diversificando su oferta más allá de la minería tradicional.

En un mundo cada vez más competitivo, Chile ha logrado consolidarse como un actor relevante en el comercio internacional, no solo por su histórico liderazgo en cobre, sino por una creciente diversificación de su oferta exportadora. En 2024, el país andino se convirtió en el principal exportador mundial de 24 productos, según un informe oficial elaborado por la Dirección de Estudios de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, basado en cifras del Centro de Comercio Internacional.

Este hito se produce en el marco de un desempeño histórico: las exportaciones chilenas de bienes alcanzaron los US$100.000 millones, con un crecimiento del 5,9 % respecto al año anterior y la participación de más de 8.500 empresas, de las cuales un 53 % son pequeñas y medianas.

Un portafolio que gana terreno

Si bien el cobre sigue siendo el emblema de la economía chilena, con exportaciones que superaron los US$20.000 millones, el país ha sabido posicionarse globalmente con productos que revelan un giro estratégico hacia una matriz más diversificada:

  • Minerales no tradicionales, como el carbonato y el sulfato de litio, colocan a Chile como actor clave en la cadena de suministros para baterías y electromovilidad. Solo en carbonato de litio, el país acaparó cerca del 80 % del mercado mundial.

  • En pesca y acuicultura, los envíos de filetes de salmón, jurel congelado y mejillones en conserva lo ubican en el primer lugar de exportaciones a nivel global.

  • La agroindustria chilena ha ganado protagonismo con productos como cerezas frescas y ciruelas deshidratadas, que encuentran cada vez mayor demanda en Asia y Norteamérica.

  • Otros productos con liderazgo mundial incluyen molibdeno tostado, nitratos de potasio y sodio, yodo y diversos óxidos industriales.

Exportaciones con valor agregado: la gran tarea pendiente

Aunque el volumen exportador crece, la transformación productiva sigue siendo un reto. La mayoría de los productos líderes se exportan en estado primario, con escasa o nula industrialización. Esto limita el valor agregado que el país puede capturar, sobre todo en sectores estratégicos como el litio.

El desafío no es menor: mientras Chile lidera en exportación de carbonato de litio, países como China controlan las etapas de procesamiento y fabricación de baterías. Algo similar ocurre en pesca y agroindustria, donde la trazabilidad, certificaciones y logística son factores decisivos para competir en los segmentos premium.

Perspectivas

Para los próximos años, los analistas proyectan que Chile podría ampliar aún más su canasta exportadora si logra potenciar la innovación, mejorar la infraestructura logística y cerrar brechas en la cadena de valor. La meta no es solo exportar más, sino exportar mejor: con más contenido tecnológico, mayor presencia de PYMEs y una integración estratégica con los mercados internacionales.

El ambicioso “Dubái Chalaco”: megaproyecto urbano busca transformar el litoral del Callao

Una península artificial de 200 hectáreas, con una inversión millonaria y proyección internacional, plantea un nuevo paradigma de desarrollo urbano frente al mar peruano.

La costa peruana podría albergar una de las apuestas urbanas más audaces de América Latina. Inspirado en modelos de desarrollo como Dubái y Mónaco, el proyecto impulsado por Proinversión para construir una ciudad flotante en el Callao —bautizada por medios internacionales como el “Dubái Chalaco”— empieza a ganar terreno en la discusión pública y empresarial. Se trata de una propuesta de asociación público-privada (APP) que contempla una inversión superior a los 3.000 millones de dólares para recuperar 200 hectáreas ganadas al mar.

La iniciativa busca generar una nueva península artificial que albergue áreas residenciales, comerciales, turísticas, culturales y de servicios, sobre un espacio completamente nuevo que se extendería frente a los distritos chalacos de La Punta, La Perla y el Cercado del Callao. Conectado por una moderna infraestructura vial, el proyecto incluye además obras de defensa costera, servicios básicos y transporte.

Proinversión: visión integral de desarrollo

Desde Proinversión, el proyecto ha sido catalogado como “una gran oportunidad para transformar el litoral peruano”, al estilo de megaproyectos similares en países como Emiratos Árabes Unidos o Corea del Sur. Si bien aún se encuentra en etapa de estructuración, se prevé que la convocatoria para la concesión se realice durante el primer semestre de 2026, abriendo la puerta a operadores e inversionistas internacionales.

Este desarrollo implicaría no solo una expansión significativa del suelo urbano, sino también una revalorización del Callao como eje estratégico del Pacífico Sur, con potencial para convertirlo en un nuevo hub de innovación, servicios y turismo. Además, se generarían más de 100.000 empleos entre la fase de construcción y operación, y se estima un alto impacto en la cadena de valor del sector inmobiliario, logístico y de infraestructura.

Riesgos y desafíos

A pesar del entusiasmo, el megaproyecto plantea múltiples desafíos: desde la viabilidad ambiental y la aprobación regulatoria, hasta la articulación institucional entre el gobierno central, el Gobierno Regional del Callao y los municipios distritales involucrados. También existen interrogantes sobre el impacto ecológico y las garantías de sostenibilidad frente al cambio climático y la erosión costera.

Lecciones de otros modelos

Experiencias como la Palm Jumeirah en Dubái o la Songdo Smart City en Corea han demostrado que este tipo de megaproyectos requieren una planificación meticulosa, políticas urbanas robustas y marcos de gobernanza transparentes para evitar que terminen como elefantes blancos o enclaves exclusivos sin integración real.

Ciberseguridad en empresas: Cinco claves para prevenir ataques más sofisticados y minimizar riesgos

Con más de 45 mil millones de intentos de ciberataques en 2024, las empresas peruanas enfrentan un escenario alarmante. La sofisticación de los delitos digitales exige una transformación urgente en cultura organizacional, talento y tecnología.

Las empresas peruanas vienen enfrentando escenarios cada vez más complejos en materia de ciberseguridad. Según el reporte FortiGuard Labs realizada por Fortinet, durante el 2024 se registraron 45,500 millones de intentos de ciberataques en el Perú, nueves veces más a lo observado en 2023. Este crecimiento sostenido refleja cómo los ciberdelincuentes aprovechan el desarrollo de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, para potenciar la sofisticación de sus ataques.

Asimismo, entre los sectores que mayor impacto tienen se encuentran manufactura (17%), servicios empresariales (11%), construcción (9%) y comercio minorista (9%). Esta vulnerabilidad responde, en parte, a que las áreas de operaciones y producción han estado tradicionalmente aisladas de los sistemas centrales de las empresas, lo que ha sido aprovechado por los ciberdelincuentes para dirigir sus ataques.

“El panorama actual exige a las empresas peruanas fortalecer sus sistemas de ciberseguridad. En los últimos meses, Perú ha sido testigo de ataques cibernéticos a diversas instituciones. Estos incidentes evidencian la necesidad de que las organizaciones adopten estrategias robustas para defenderse mejor, ya que los atacantes pueden acceder a sistemas y datos críticos en muy pocas horas”, afirma María Belén Ortiz, directora de la carrera de Sistemas de Información y Ciberseguridad en UTEC y docente de la maestría de Engineering Management en UTEC Posgrado.

La especialista añade que es fundamental adoptar estrategias proactivas basadas en la gestión de riesgos, el desarrollo de talento especializado y la implementación de marcos normativos y tecnológicos robustos, lo cual resulta imprescindible para anticipar, detectar y mitigar vulnerabilidades antes de que escalen a incidentes críticos. Para ello, comparte cinco consejos clave para que las empresas peruanas fortalezcan su ciberseguridad:

  • Fomentar una cultura organizacional orientada a la ciberseguridad: La protección digital debe ser asumida como una responsabilidad compartida en todos los niveles. Capacitar al personal sobre riesgos como el phishing, el uso adecuado de contraseñas y la protección de datos es fundamental para reducir vulnerabilidades internas.
  • Mantener actualizados los sistemas críticos: Las actualizaciones constantes de software y sistemas operativos permiten cerrar brechas que podrían ser explotadas por los atacantes. Incluso en entornos de producción, es clave establecer protocolos que permitan actualizar sin afectar la operación.
  • Implementar herramientas de monitoreo inteligente: Soluciones que integren inteligencia artificial y análisis de comportamiento permiten detectar patrones anómalos en tiempo real, lo que brinda una capacidad de respuesta más rápida frente a amenazas emergentes.
  • Aplicar políticas estrictas de acceso a la información: Limitar los privilegios de acceso únicamente al personal que lo requiere disminuye la exposición de datos sensibles. La segmentación de redes y la autenticación multifactor son prácticas efectivas para este propósito.
  • Realizar simulacros de ciberataques y auditorías periódicas: Las pruebas de penetración y los ejercicios de simulación ayudan a identificar debilidades antes de que puedan ser explotadas por los ciberdelincuentes, fortaleciendo la capacidad de respuesta de la organización.

“Invertir en ciberseguridad es, en el fondo, invertir en sostenibilidad empresarial. Las organizaciones que logren incorporar esta mirada preventiva estarán mejor preparadas para enfrentar los cambios tecnológicos que seguirán transformando sus industrias”, concluye María Belén Ortiz.

 

Impulsando un enfoque sostenible, flexible y adaptativo para el cierre de minas en Sudamérica

Un cierre planificado y estructurado contribuye a una gestión más eficiente a lo largo del ciclo de vida de los proyectos.

En consonancia con los cambios sociales y ambientales, el sector minero en Sudamérica está avanzando hacia el cierre estratégico de minas, lo que representa una oportunidad para integrar criterios ambientales y financieros de una manera más sólida y responsable.

Paolo Puggioni y Giselle Vera, líderes en servicios de Cierre de Minas para Chile y Perú en Ausenco, una empresa global de ingeniería, consultoría y gestión de proyectos, afirman: “Hoy existe una valiosa oportunidad para fortalecer las buenas prácticas de ingeniería dentro de un marco normativo coherente y que guíen el cierre de minas en la región. La clave está en asegurar que los planes aprobados no solo sean ambientalmente responsables, sino también técnica y económicamente viables y sostenibles”.

Incorporar tempranamente un enfoque de cierre en las etapas de diseño conceptual y prefactibilidad, puede contribuir a una planificación más robusta y coherente a lo largo del ciclo de vida de los proyectos. Esta integración progresiva facilita el alineamiento con los requerimientos regulatorios, los estándares internacionales y los lineamientos corporativos, lo que a su vez puede favorecer procesos más eficientes de revisión, aprobación e implementación de los permisos de planes de cierre ante las autoridades correspondientes, resultando en un cierre más efectivo.

Un enfoque sostenible y adaptativo

Desde la experiencia de Ausenco, el enfoque más eficiente para abordar el cierre de una mina es aquel que integra la planificación y el diseño progresivo y flexible, gestiona proactivamente los riesgos y las oportunidades, y se adapta a los cambios en las operaciones mineras, el contexto social y la evolución regulatoria. “Un plan de cierre viable no es estático, sino que se va afinando constantemente a medida que avanza el proyecto”, señala Giselle Vera. Puggioni agrega: “La clave está en equilibrar los objetivos ambientales, sociales y económicos, con soluciones técnicamente viables que puedan ser validadas en campo”.

Ambos expertos destacan la importancia de seguir fortaleciendo la colaboración entre los sectores público y privado para avanzar hacia procesos de cierre de minas más efectivos y sostenibles. Enfatizan la necesidad de contar con marcos regulatorios que estén alineados tanto con las buenas prácticas de ingeniería y los estándares internacionales como con la realidad de cada país, promoviendo así una revisión continua y progresiva. De esta manera, se lograrán cierres exitosos, responsables y sostenibles, que se transformen en oportunidades y dejen un legado positivo.

Colaboración con las comunidades

Una de las prioridades de Ausenco en el cierre de minas es fomentar que las comunidades cercanas a los proyectos mineros sean parte del proceso de planificación y participen en la rehabilitación del sitio tras las operaciones mineras. “Nos esforzamos por minimizar el impacto ambiental y explorar usos alternativos al final de la vida útil de la mina, de modo que el sitio pueda ser sostenible a largo plazo” indica Puggioni.

Además, en algunas empresas se exige adoptar un enfoque de economía circular en el cierre de sus instalaciones: “La planificación temprana del cierre permite involucrar a las comunidades desde el inicio, generar confianza en el proceso y construir una visión compartida, cuidando las expectactivas de los diferentes stakeholders para el uso del territorio post-minería”, explica el experto.

Maximizando valor en el cierre de minas

Ausenco cuenta con experiencia en planes de preservación de activos para cierres de operaciones, aplicando metodologías de preparación operacional adaptadas a esta etapa, que optimizan el control de tareas, costos y cumplimiento normativo. Como parte de este enfoque, la firma desarrolla estudios de vida útil que permiten estimar la vida remanente o el valor residual de los activos, entregando información clave para la toma de decisiones. Esto incluye evaluar usos alternativos al término de la operación, como la reutilización de infraestructura minera para múltiples fines, lo que contribuye a reducir los costos de demolición, entre otros.

Además, abordar el cierre de forma progresiva y con un diseño adecuado puede representar una gran oportunidad para mejorar la eficiencia de los costos involucrados. “En nuestra experiencia trabajando en cierres de minas para diversos proyectos en la región, hemos identificado que aplicar análisis de alternativas costo-efectivas (Trade-Off) en los permisos de planes de cierre desde las primeras etapas puede marcar una gran diferencia en los resultados”, comenta Puggioni. “De hecho, nuestro equipo ha documentado y compartido estos aprendizajes en un artículo técnico desarrollado y presentado en algunos congresos especializados en Chile y Perú”, señaló.

Por su parte, Vera concluye que: “el cierre de una mina no debe ser el fin de una etapa, sino el inicio de un nuevo capítulo de desarrollo para las áreas intervenidas, debe ser una transición armoniosa.”