El petróleo cerró la sesión de este martes muy próximo a la estabilidad.
El oro cerró la sesión de este martes con una marcada apreciación, superando por primera vez el umbral histórico de US$ 4.000 por onza troy y consolidando nuevos máximos. El movimiento refleja una dinámica consistente de reasignación de carteras hacia activos de refugio, en un contexto de elevada incertidumbre macroeconómica y tensiones geopolíticas. En este escenario, el metal precioso reafirma su condición de principal reserva de valor ante el debilitamiento de las perspectivas de crecimiento global.
La prolongación del cierre parcial del gobierno estadounidense, que ya alcanza su séptimo día, refuerza la demanda por instrumentos sin riesgo de crédito y con menor exposición a la volatilidad fiscal. Al mismo tiempo, la curva de futuros de tasas de interés refleja una probabilidad creciente de un recorte de 25 puntos básicos en la próxima reunión de la Reserva Federal, en septiembre, seguido de otro ajuste de igual magnitud en diciembre. La expectativa de flexibilización monetaria intensifica el atractivo del oro al reducir el costo de oportunidad, en un entorno de compresión de las tasas reales.
El petróleo cerró la sesión de este martes muy próximo a la estabilidad, en una jornada de escasa definición en la que el mercado mantuvo la atención en las decisiones de la OPEP+ y en las tensiones geopolíticas que continúan permeando el escenario global. Los contratos de Brent registraron una leve alza marginal, mientras que el WTI operó en un rango lateral — un desempeño que evidencia que el mercado no consiguió sostener una dirección clara, aunque absorbió las noticias provenientes de la alianza petrolera y de los posibles riesgos externos.
El factor central detrás de esta estabilidad radica en la reciente decisión de la OPEP+ de aprobar un incremento modesto de 137 mil barriles por día para noviembre, volumen considerado inferior a las expectativas de algunos participantes, lo que atenuó parcialmente los temores de una sobreoferta global más agresiva. Este enfoque más cauteloso indica que el grupo se mantiene sensible a la coyuntura del mercado y dispuesto a contener excesos de producción — postura que reforzó la base de sustentación para los precios.






