ATTAC impulsa nuevas iniciativas sociales, ecológicas y fiscales para una Europa más justa, cuestionando el crecimiento ilimitado y la militarización del continente.
Del 27 al 29 de junio, Madrid fue sede de la reunión anual de la Red Europea de ATTAC (Asociación por la Tributación de las Transacciones Financieras y la Acción Ciudadana), en el marco del 25.º aniversario de ATTAC España. El evento congregó a representantes de distintos países europeos con un objetivo común: rediseñar el futuro económico, social y ecológico del continente.
Entre los temas centrales, se propuso una nueva Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) que impulse la Renta Básica Universal (RBU). ATTAC considera que esta política es clave para garantizar dignidad y autonomía en un escenario marcado por la automatización y la precarización laboral. La propuesta se presenta como un escudo social frente a los desequilibrios del actual mercado de trabajo.
Otra línea de acción fue la creación de la Alianza Europea Más Allá del Crecimiento, una plataforma que rechaza el paradigma económico basado en el crecimiento sin límites. Esta coalición impulsa un modelo ecosocial que priorice el bienestar humano y la sostenibilidad ambiental por encima del capital financiero.
Además, la campaña «Stop Rearm Europe» se lanzó como respuesta al incremento del gasto militar en la región. ATTAC advirtió que estos recursos, en vez de alimentar la industria bélica, deberían orientarse a políticas públicas orientadas a la justicia social y la transición ecológica.
En el plano fiscal, ATTAC presentó un ambicioso paquete de cinco nuevos impuestos europeos destinados a generar recursos propios para la Unión Europea sin depender de los estados miembros:
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Un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) del 0,5 % sobre acciones, bonos y divisas, y del 0,1 % sobre derivados.
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Un Impuesto Europeo sobre el Patrimonio, con tasas del 0,5 % al 20 %, y una exención de hasta 1 millón de euros.
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Un Impuesto mínimo europeo sobre beneficios extraordinarios de multinacionales, con tasas entre el 20 % y el 40 %.
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Un Impuesto al carbono, aplicado a bienes y servicios con alta huella de gases de efecto invernadero.
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Un Impuesto a la recompra de acciones (autocartera), para limitar prácticas especulativas.
Para ATTAC, Europa necesita una arquitectura fiscal que le permita enfrentar desafíos como la emergencia climática, la desigualdad creciente y la pérdida de cohesión social. Este nuevo enfoque tributario busca avanzar hacia una redistribución más equitativa del poder económico en el continente.






