Mientras el país endurece sus políticas migratorias y eleva los requisitos de entrada, México se mantiene como la única excepción con un flujo creciente de visitantes.
México sostiene el turismo hacia Estados Unidos
El número de turistas internacionales que viajan a Estados Unidos ha disminuido de manera significativa este año, pero México se ha convertido en la sorprendente excepción. A pesar del endurecimiento de los controles migratorios, del incremento en los requisitos para obtener visas y de la difusión de videos que muestran detenciones de migrantes en la frontera, los viajeros mexicanos continúan aumentando su presencia en el país vecino.
Un visitante que crece incluso bajo un clima político tenso
Hasta agosto, cerca de tres millones de pasajeros llegaron por vía aérea desde México, un ligero aumento frente al año pasado. El ingreso terrestre también se expandió con un crecimiento del 13% según datos de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. El economista Raymond Robertson sostiene que el vínculo económico y social entre México y Estados Unidos, en especial con Texas y otras ciudades fronterizas, es más fuerte que el discurso político y supera los climas de tensión.
La caída del turismo desde Canadá acentúa la dependencia de México
Canadá y México han sido históricamente los principales emisores de turistas hacia Estados Unidos. Sin embargo, los viajes desde Canadá han descendido con fuerza debido a tensiones políticas, aumentos arancelarios y declaraciones que han generado rechazo entre los viajeros. La Asociación de Viajes de Estados Unidos estima que esta contracción general del turismo internacional le costará al país cerca de 5.700 millones de dólares este año. México, que representa el 22% de los visitantes extranjeros y cuyo gasto promedio por viaje alcanza los 1.500 dólares, se mantiene como un pilar para el sector. La relación comercial bilateral, que supera los 800.000 millones de dólares anuales, refuerza esta interdependencia.
Tradición, consumo y vínculos familiares sostienen los viajes
Para miles de familias mexicanas, el viaje hacia ciudades como El Paso, San Diego o San Antonio es una tradición profundamente arraigada, especialmente en temporada navideña. Desde compras de fin de año hasta visitas familiares y asistencia a eventos deportivos, la demanda se mantiene sólida. Empresas como Horizon Group Properties señalan que hasta el 65% del flujo de compradores en algunos centros comerciales fronterizos proviene de México, una cifra esencial para la economía local.
Un sistema de visas más estricto y costoso no frena el interés
El proceso para obtener una visa se ha vuelto más exigente y costoso desde la llegada del actual gobierno. El precio del visado de turista se elevó de 185 a 435 dólares y el formulario obligatorio de entrada pasó de 6 a 30 dólares. Además, los solicitantes deben someterse a entrevistas presenciales incluso para renovaciones y sus redes sociales pueden ser evaluadas por las autoridades migratorias. La CBP anunció que estudia exigir hasta cinco años de historial digital, junto con datos biométricos y direcciones electrónicas. Aun así, largas filas continúan formándose en el consulado de Ciudad Juárez, la oficina con la mayor operación de visas en el mundo.
Un mensaje contradictorio sobre el turismo y la apertura del país
Expertos como Tony Payan advierten que las nuevas restricciones generan la percepción de que Estados Unidos no da la bienvenida ni siquiera a los turistas que aportan al consumo interno. Sin embargo, la dependencia económica de los estados fronterizos hacia los visitantes mexicanos sigue siendo determinante y crea una desconexión entre el discurso político y la realidad comercial.
El impulso mexicano en la temporada más importante del año
La llegada de la temporada navideña, combinada con la proximidad de la Copa Mundial de Fútbol que se celebrará en 2026 en tres países de Norteamérica, convierte al flujo turístico en una pieza clave para la economía estadounidense. Para los centros comerciales y las ciudades fronterizas, los turistas mexicanos representan una base de ingresos que no solo se mantiene firme, sino que continúa creciendo a pesar del entorno político y regulatorio.






