La ciudad de Pornainen estrena la mayor batería de arena del mundo, capaz de almacenar calor renovable y recortar 160 toneladas de CO2 al año.
Un invierno con menos combustibles fósiles
En Finlandia, país donde los inviernos son especialmente duros, la calefacción ha dependido históricamente de la leña y el gas. Sin embargo, un nuevo sistema basado en arena está transformando el panorama energético.
La localidad de Pornainen, al norte de Helsinki, ha estrenado una batería térmica de arena capaz de cubrir gran parte de la demanda de calefacción y agua caliente sin recurrir a métodos convencionales, lo que supone un ahorro de 160 toneladas de CO2 al año.
Cómo funciona la batería de arena
El sistema consiste en un silo de 13 metros de altura y 15 de diámetro lleno de arena y piedra triturada, materiales que además se obtienen de los desechos de la producción local de chimeneas. Con 2.000 toneladas de este compuesto, la estructura almacena el calor generado por excedentes de energía renovable.
Cuando el pueblo necesita calefacción, unas tuberías internas distribuyen el calor acumulado, reemplazando así el uso de gas o carbón. Una sola recarga puede abastecer la demanda energética de la localidad durante una semana completa de invierno.
Seguridad y sostenibilidad a largo plazo
A diferencia de las baterías químicas, la de arena no se degrada con el tiempo, soporta altas temperaturas y no presenta riesgos de combustión. Su simplicidad y seguridad la convierten en una alternativa escalable para otros municipios de Finlandia y potencialmente de Europa.
El éxito inicial en Pornainen ha despertado interés en replicar el modelo en distintas regiones, consolidando a Finlandia como pionera en soluciones innovadoras de almacenamiento energético sostenible.






