Cada 28 y 29 de julio, el Perú celebra sus Fiestas Patrias, una fecha que va más allá del simple acto de recordar la independencia del país. Es una oportunidad para honrar nuestras raíces, valorar nuestra diversidad y sentirnos orgullosos de ser peruanos. Durante esta semana de la peruanidad, las calles se visten de rojo y blanco, los corazones laten más fuerte al compás del himno nacional, y el sentimiento de unidad nos recuerda que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos una historia y un destino común.
El Perú es una nación forjada por culturas milenarias, herencias andinas, amazónicas, costeñas y migrantes. Cada plato típico, cada danza, cada palabra en quechua, aimara o cualquier lengua originaria, es una expresión viva de lo que somos. Ser peruano es llevar con orgullo ese mestizaje, esa riqueza natural y cultural que nos hace únicos ante el mundo.
Esta semana es también un momento para reflexionar. Orgullo no significa ignorar los desafíos, sino reconocer el valor de quienes luchan día a día por un país más justo, más solidario y más unido. Desde el agricultor en la sierra hasta el pescador en la costa, desde el emprendedor urbano hasta el maestro rural, todos somos parte del Perú que avanza.
En estas Fiestas Patrias, celebremos con el alma en alto. Honremos a nuestros antepasados, abracemos nuestras tradiciones y miremos al futuro con esperanza. Porque más que una fecha en el calendario, esta semana es una reafirmación de identidad: ¡somos peruanos, y estamos orgullosos de serlo!






