China sigue controlando más del 80% del refinado mundial de tierras raras, un insumo clave para defensa, autos eléctricos y tecnología, lo que refuerza su poder en las negociaciones comerciales.
Las exportaciones chinas de imanes de tierras raras retrocedieron 6.1 % en septiembre respecto a agosto, según datos oficiales de aduanas. El volumen cayó a 5.774 toneladas, frente a las 6.146 toneladas del mes anterior, interrumpiendo tres meses consecutivos de alzas. El descenso se produce antes de la expansión del régimen de licencias de exportación anunciado por Pekín, lo que ha generado inquietud en los mercados internacionales.
De acuerdo con la consultora AlixPartners, China concentra cerca del 70 % de la extracción mundial de tierras raras, el 85 % de la capacidad de refinado y alrededor del 90 % de la producción de aleaciones metálicas e imanes derivados. Este dominio convierte al gigante asiático en un actor clave para sectores estratégicos como defensa, automoción, electrónica y energías renovables.
Caída en medio de tensiones comerciales
La baja en los envíos coincide con informes de que las autoridades chinas están dificultando la obtención de licencias de exportación para empresas del sector. Los principales destinos de estos productos fueron Alemania, Corea del Sur, Vietnam, Estados Unidos y México, según los registros aduaneros. En total, durante los primeros nueve meses de 2025, China exportó 39.817 toneladas de imanes de tierras raras, un 7.5 % menos que en el mismo periodo del año anterior.
El impacto ha sido especialmente fuerte en el mercado estadounidense, donde las importaciones de imanes chinos cayeron 28.7 % en septiembre respecto a agosto. Esta reducción coincide con la escalada de tensiones entre Pekín y Washington, tras la imposición de nuevos aranceles de tres dígitos sobre productos tecnológicos chinos y las amenazas de represalias por parte de China.
Un recurso como herramienta de presión
En los últimos años, Pekín ha utilizado el control de las tierras raras como una “carta estratégica” en su política exterior. En abril y mayo de 2025, China ya había restringido temporalmente las exportaciones de ciertos tipos de imanes y compuestos, en respuesta a las medidas comerciales de Estados Unidos.
“Las bruscas oscilaciones de las exportaciones de imanes de tierras raras demuestran que China sabe que tiene una carta clave en las negociaciones comerciales internacionales”, señaló Chim Lee, analista principal de Economist Intelligence Unit.
El retroceso actual refuerza la percepción de que China podría seguir utilizando su dominio sobre este recurso crítico como herramienta geopolítica. Con la transición energética global y la creciente demanda de vehículos eléctricos, la dependencia internacional de las tierras raras chinas se mantiene como uno de los mayores riesgos estructurales del comercio mundial.






