El repunte histórico del S&P 500 se da en un contexto de presiones políticas sobre la Fed, reconfiguración de alianzas comerciales y una esperada reforma fiscal en EE.UU. que podría cambiar el mapa financiero global. Mientras Trump exige tasas más bajas, Wall Street celebra —pero los riesgos estructurales no desaparecen.
La jornada financiera global arranca con un claro sesgo alcista en los mercados estadounidenses, marcado por un entorno político-fiscal intensamente activo, posturas monetarias divergentes entre bancos centrales y una renovada atención a las reformas comerciales multilaterales. La narrativa dominante sigue centrada en la aprobación inminente del nuevo proyecto de ley fiscal en EE. UU., la consolidación del repunte bursátil y la evolución de las expectativas de inflación en ambos lados del Atlántico, mientras las tensiones geopolíticas y regulatorias configuran un trasfondo complejo para los inversionistas.
En Washington, el presidente Donald Trump se dirigió a la prensa desde la Casa Blanca ratificando su postura ambivalente respecto al proyecto de ley fiscal: «No me gustan los recortes», afirmó, aunque a renglón seguido expresó confianza en su aprobación. El secretario del Tesoro, Bessent, confirmó que el proyecto avanzará en las próximas horas y será firmado antes del 4 de julio, destacándolo como el inicio de un plan para doblegar la curva de deuda, reducir gastos y dinamizar el crecimiento económico. Bessent agregó que este presupuesto republicano no recortará Medicaid, en contraste con algunas voces críticas. Desde la perspectiva arancelaria, el Tesoro también informó que están negociando tarifas recíprocas bajo la Sección 232, y se espera una ráfaga de acuerdos comerciales antes del 9 de julio.
Simultáneamente, Trump intensificó sus críticas al presidente de la Fed, Jerome Powell, reclamando recortes agresivos en las tasas de interés: “Deberíamos pagar un interés del 1% o mejor”, escribió en una nota manuscrita dirigida a la Reserva Federal. Además, cuestionó el rol de Elon Musk y los subsidios a Tesla, afirmando que sin ellos, el magnate “tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”. Estas declaraciones coincidieron con una caída de más del 6,2% en las acciones de Tesla, por debajo de los $300. Trump también criticó a Japón por las restricciones a la importación de arroz estadounidense, mientras confirmaba una futura conversación con Netanyahu sobre Gaza e Irán.
En política comercial, la Casa Blanca reveló que se mantiene el diálogo de alto nivel con TikTok en China, se avanzan negociaciones con India y Canadá, y se contempla una orden ejecutiva para levantar sanciones a Siria. La UE, por su parte, ha manifestado disposición a aceptar un arancel universal del 10% propuesto por EE. UU., siempre que existan exenciones sectoriales clave. En el frente digital, el Reino Unido mantiene su respaldo al impuesto tecnológico, mientras Canadá se ha replegado bajo presión estadounidense.
Desde el Congreso, el Senado eliminó la limitación a la regulación estatal de la inteligencia artificial dentro del proyecto de ley fiscal, una medida que podría abrir nuevos escenarios para la intervención estatal en el desarrollo tecnológico. Mientras tanto, Apple evalúa incorporar IA externa para rediseñar a Siri, pero ha anunciado retrasos en lanzamientos en la UE debido a barreras regulatorias.
En los mercados financieros, el S&P 500 cerró su mejor trimestre desde 2023, alcanzando un nuevo máximo histórico por segundo día consecutivo, superando los 6.000 puntos y acumulando seis jornadas positivas. La mesa de operaciones de JPMorgan declaró que el índice rompió dos semanas de contracción y se espera una ola de nuevos récords conforme se aclaren las reformas fiscales y comerciales. A este impulso se suma el informe de Goldman Sachs, que anticipa la continuación del rally impulsado por mayor liquidez, baja volatilidad, reducción de riesgos recesivos y estacionalidad favorable. No obstante, sus analistas prevén una pérdida de fuerza en agosto.
Mike Wilson, estratega jefe de Morgan Stanley, respaldó esta visión afirmando que el repunte desde abril ha estado basado en fundamentales sólidos. Las revisiones de beneficios han mejorado sustancialmente, del -25 % al -5 %, y el entorno de tasas proyectadas por Morgan Stanley anticipa siete recortes durante 2026, con riesgos geopolíticos contenidos y petróleo a la baja. Esta combinación favorece la expansión del rally desde acciones de gran capitalización hacia segmentos más amplios del mercado.
Desde una perspectiva macroeconómica, el índice del dólar (DXY) cayó a su nivel más bajo desde marzo de 2022, mientras el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se redujo a 4,24 %, su mínimo desde abril. En paralelo, Goldman adelantó su previsión para el próximo recorte de la Fed a septiembre y redujo la tasa terminal esperada a un rango de 3-3,25 %, con posteriores reducciones previstas en octubre y diciembre de 2025, así como en marzo y junio de 2026. Bostic, miembro de la Fed, descartó la necesidad de nuevas alzas y reconoció que gran parte del impacto arancelario aún no ha permeado los precios.
El índice de manufactura de la Fed de Dallas mejoró ligeramente (-12,7 vs. -15,3 anterior), pero el PMI de Chicago mostró debilidad (40,4 frente al 42,7 estimado), mientras el índice de Miedo y Avaricia se ubicó en 67/100, lo que indica un entorno de “avaricia”. En paralelo, los especuladores han construido la posición corta más grande sobre el dólar en más de dos años, por un valor superior a los $20 mil millones, y también elevaron sus apuestas bajistas en el crudo Brent al mayor nivel en doce meses.
Al otro lado del Atlántico, la eurozona publicó su estimación de inflación para junio, con un IPC anual de 2,0 %, en línea con lo esperado, y una variación mensual del 0,3 %. La inflación subyacente se mantuvo en 2,3 %. No obstante, las expectativas de inflación del BCE han mostrado una leve moderación, con una previsión a un año en 2,8 % (por debajo del 3,1 % anterior) y a tres años en 2,4 %. El euro alcanzó su nivel más alto desde septiembre de 2021, lo que ha resultado en una caída del 11 % del S&P 500 medido en euros desde su máximo de febrero, perjudicando a los inversores europeos.
Las autoridades monetarias del BCE mantuvieron posturas matizadas. Lagarde advirtió que el entorno económico será más incierto y la inflación más volátil, con bucles de retroalimentación difíciles de anticipar. De Guindos afirmó que el BCE está cerca de su objetivo de inflación, aunque debe mantener todas las opciones abiertas. Wunsch y Nagel coincidieron en que la tarea está casi cumplida, mientras Lane advirtió sobre posibles desviaciones. Vujcic mencionó que el aumento en gasto de defensa podría generar presiones inflacionarias adicionales. Por su parte, Fitch Ratings alertó que el mayor compromiso con la OTAN aumentará los desafíos fiscales en Europa.
En Alemania, el mercado laboral mostró fortaleza con una variación de desempleo de 11.000 en junio, mejor que el estimado de 15.000, y una tasa estable de 6,3 %. Desde el Reino Unido, el gobernador del Banco de Inglaterra, Bailey, manifestó cautela ante la incertidumbre en crecimiento y decisiones de inversión empresarial, y afirmó que el ritmo de ventas de bonos sigue en evaluación.
En Asia, los mercados coreanos registraron avances gracias al renovado optimismo sobre las reformas corporativas, mientras el indicador de fábricas privadas en China mostró recuperación tras la tregua comercial con EE. UU. En Japón, los bonos soberanos se recuperaron tras una fuerte subasta de deuda a 10 años. No obstante, Trump arremetió contra Japón por el acceso restringido al arroz estadounidense y advirtió con enviar una carta formal. Además, el asesor Hassett amenazó con represalias si continúan los impuestos digitales en la UE y Japón, reiterando que el carbón, gas natural y energía nuclear deben ser las bases energéticas para sostener la infraestructura de IA.
En el plano corporativo, Apple evalúa ajustes regulatorios en la UE que obligarán a postergar lanzamientos, mientras estudia externalizar parte de la inteligencia artificial de Siri. AbbVie anunció la adquisición de Capstan por hasta $2.100 millones, reforzando su apuesta estratégica en el segmento de inmunología.
El escenario actual presenta un sesgo estructuralmente alcista en EE. UU., sostenido por fundamentos sólidos, expectativas claras de política monetaria expansiva y una estacionalidad históricamente favorable. La inminente aprobación del proyecto de ley fiscal —aunque con fricciones políticas internas— podría desbloquear nuevas fases de crecimiento bursátil, sobre todo si se combina con datos macro “suficientemente buenos” y la ausencia de shocks inflacionarios.
Sin embargo, los crecientes desequilibrios fiscales, la presión geopolítica por la reforma comercial global y los riesgos de un euro más fuerte representan factores de vulnerabilidad para los flujos internacionales. A medida que el BCE y el BoE se acercan al final de su ciclo restrictivo, y Asia se reposiciona en un entorno de tregua comercial, los inversionistas deben prepararse para una rotación de flujos hacia activos más selectivos, con énfasis en acciones de calidad, sectores tecnológicos bien posicionados frente a la regulación, y coberturas ante la volatilidad monetaria.
Proyectamos que el S&P 500 continuará con momentum alcista hasta mediados de julio, con posible consolidación en agosto. El dólar podría mantenerse débil en el corto plazo, mientras el bono a 10 años podría buscar el umbral del 4,10 %. A nivel global, recomendamos vigilar las decisiones arancelarias y las reacciones de los bancos centrales, especialmente ante nuevas señales inflacionarias estructurales. El sesgo sigue siendo favorable, pero exige vigilancia táctica, gestión activa del riesgo y adaptación al nuevo orden multipolar comercial en construcción.






