Un nuevo informe de BBVA revela qué moneda liderará la región en solidez y rentabilidad, y qué economías enfrentarán presiones cambiarias.
Con el retroceso de la llamada “sonrisa del dólar”, América Latina se perfila como un destino atractivo para los inversores que buscan estabilidad y rendimientos reales positivos. En su más reciente informe FX Insights, BBVA identificó las monedas con mejor desempeño proyectado hacia 2026, destacando una ganadora inesperada.
Según el estudio, el peso mexicano se consolidará como la moneda más estable del continente en 2026, con un tipo de cambio proyectado entre MXN$19,56 y MXN$19,77 por dólar. Su fortaleza radica en la combinación de una política monetaria creíble, bajas tasas de volatilidad y el respaldo institucional del Banco de México.
BBVA señala que la estabilidad del peso mexicano se apoya en un entorno de confianza inversora, tasas reales competitivas y un flujo sostenido de capital extranjero hacia el país. Este contexto sitúa a México como líder regional en previsibilidad cambiaria y atractivo financiero.
En segundo lugar, el sol peruano mantiene un perfil sólido gracias a su baja deuda pública, política fiscal prudente y la credibilidad del Banco Central de Reserva del Perú, lo que lo posiciona como una de las divisas más estables del hemisferio. Aunque sin la rentabilidad del peso mexicano, el sol continúa destacando como refugio de estabilidad frente a la volatilidad global.
El peso colombiano también muestra fundamentos favorables, con tasas reales positivas y una prima de riesgo decreciente, mientras que su tipo de cambio proyectado —alrededor de COP$4.170 por dólar— fortalece su atractivo para inversores.
Entre otras divisas con fundamentos sólidos, BBVA incluye al real brasileño (BRL$5,40–5,66 por dólar), sostenido por altas tasas de interés pero condicionado por el riesgo fiscal, y al peso chileno (CLP$930–937 por dólar), que se mantiene firme pese a la presión política por elecciones.
Por el contrario, el informe advierte que algunas economías enfrentarán devaluaciones por debilidad fiscal, incertidumbre política o reservas limitadas. Argentina, sin cifras proyectadas debido a su alta inestabilidad, lidera esta lista junto con Brasil y Chile, cuyos riesgos internos podrían deteriorar la confianza del mercado.
La radiografía de BBVA refleja un cambio de tendencia en la región: mientras algunos países fortalecen sus monedas con disciplina fiscal y credibilidad institucional, otros aún enfrentan la fragilidad estructural que históricamente marcó su desempeño económico.






