Del oro artesanal al mercado global: plantas de procesamiento impulsan la formalización minera

Las plantas tienen una oportunidad única de convertirse en catalizadores de una transformación positiva.

La formalización de la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) se ha convertido en un tema decisivo para el Perú, no solo por su capacidad de generar desarrollo económico local sino también su impacto en la reducción de daños ambientales. Como primer paso en una verdadera integración al sistema formal, las plantas de procesamiento juegan un rol estratégico al impulsar cadenas de valor responsables, sostenibles y trazables que conecten a los mineros con la economía formal y los mercados internacionales.

La pequeña minería y minería artesanal que se realiza en todas las regiones es responsable del 22% de la producción aurífera nacional, según cifras del Ministerio de Energía y Minas, y tiene una mayor presencia en Arequipa, Puno y Madre de Dios.

Actualmente, entre el 85% y el 90% de los mineros artesanales operan en concesiones de terceros, lo que bloquea su formalización sin el consentimiento del titular. Mientras los concesionarios defienden sus derechos de propiedad, los mineros argumentan que las concesiones inactivas deberían ser accesibles, dado que los recursos minerales pertenecen a la nación. Aunque la legislación prevé contratos de asignación y contratos mineros, su aplicación ha sido limitada. Por ello, las plantas de procesamiento pueden generar incentivos económicos y facilitar alianzas que beneficien a ambas partes.

Además, las plantas tienen una oportunidad única de convertirse en catalizadores de una transformación positiva, pues poseen el poder económico y la posición estratégica para apoyar a los mineros artesanales hacia la formalización completa a través de  diversas maneras:

  • Cadenas de valor responsables: relaciones contractuales transparentes con mineros registrados en REINFO.
  • Desarrollo de capacidades: programas de capacitación técnica, legal y ambiental.
  • Trazabilidad ejemplar: mecanismos de diligencia debida que aseguren transparencia en la cadena de suministro.
  • Acceso a mercados internacionales: conexión con el sistema bancario formal y compradores globales que exigen altos estándares.

Varias iniciativas lideradas por plantas de procesamiento responsables en Perú – como las de Soleil Metals en Arequipa – ya están demostrando el potencial de este enfoque. Los programas de apoyo técnico han permitido a grupos de mineros artesanales mejorar significativamente sus prácticas ambientales, formalizar sus estructuras y negociar acuerdos operativos con concesionarios. El establecimiento de rigurosos sistemas de trazabilidad ha creado cadenas de suministro transparentes, fortaleciendo la confianza de los compradores internacionales”, señaló Vanessa Hungerbühler, Directora de Asuntos Jurídicos y Cumplimiento de OCIM.

La complementariedad entre la industria y la acción pública está resultando altamente transformadora para la economía y representa una oportunidad para convertir al Perú en un líder mundial en la formalización del sector minero artesanal.