Chile resiste, pero Perú arrasa: el nuevo mapa de la exportación de uvas

Mientras los productores chilenos lidian con precios en caída y una demanda volátil, Perú consolida su liderazgo global con un salto del 32% en sus envíos de uva de mesa.

La campaña frutícola 2024-2025 trajo noticias dispares para el Cono Sur. Chile, tradicional potencia exportadora, experimentó un crecimiento modesto del 5% en sus exportaciones de uvas de mesa, pero enfrentó duros golpes por la baja de precios y la presión logística. En contraste, Perú no solo resistió la tormenta: la aprovechó para fortalecerse. Con un aumento del 32% en sus envíos globales, se posiciona como líder indiscutido en el mercado mundial de uva de mesa.

Según Nicolás Michelini, gerente comercial de Quelen Fruit, el caso de las cerezas chilenas ilustra bien el desafío: el volumen exportado creció un 50%, pero el precio FOB por caja se desplomó de USD 30 a menos de USD 20. Para las uvas, el panorama fue aún más complejo. Estados Unidos —mercado clave— recibió un 47% más de uva peruana que el año anterior, lo que saturó los canales logísticos y de distribución que antes dominaba Chile.

Los altos costos de fletes, la presión por la abundancia de fruta y un arancel del 10% para ingresar a EE.UU. terminaron por recortar márgenes a los exportadores chilenos. Para enfrentar estos desafíos, la industria del país vecino ha comenzado a apostar por variedades de alta demanda como Autumn Crisp y Sweet Globe, enfocándose en ventanas tardías de cosecha y en optimizar el empaque en origen, con miras a reducir los costos de reempaque y ganar espacio en el retail de Estados Unidos y Europa.

En paralelo, Perú ha consolidado una posición de dominio. Con aproximadamente 562 mil toneladas enviadas a 44 mercados internacionales, se ubica como el principal exportador mundial de uvas de mesa, con fuerte presencia en EE.UU., Europa y México. La producción peruana, concentrada en Ica, Piura y Lambayeque, se basa en más de 56 variedades, con las sin semillas entre las preferidas por el mercado.

Este éxito responde a una combinación de factores: condiciones agroclimáticas favorables, una ventana comercial extendida, prácticas agrícolas sostenibles, y una fuerte apuesta por la calidad y las variedades que privilegia el consumidor global. Aunque China superó a Perú en volumen total este 2024 (594 mil toneladas frente a 562 mil), el crecimiento sostenido de la oferta peruana y su capacidad de adaptación le aseguran una posición de liderazgo estructural.

La competencia entre Perú y Chile ya no es solo regional: es un capítulo más en la reconfiguración del comercio global de frutas frescas. La clave, coinciden los expertos, será la agilidad para adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado, con foco en la productividad, la innovación en formatos de consumo y la elección precisa de variedades.

Para la industria chilena, el reto es doble: contener las pérdidas inmediatas y ajustar el modelo a un entorno más exigente. Para Perú, en cambio, el desafío es sostener el liderazgo en medio de una competencia que inevitablemente buscará recuperar terreno.