Accesibilidad urbana: una prioridad en el desarrollo inmobiliario del Perú

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.300 millones de personas en el mundo viven con alguna forma de discapacidad, lo que representa un 16% de la población global.

La inclusión ya no puede ser vista como un complemento, sino como un principio rector del desarrollo urbano. Desde proyectos inmobiliarios hasta la planificación de espacios públicos, la accesibilidad debe integrarse de forma transversal en el diseño de ciudades más equitativas.

En el Perú, cada vez más desarrolladores están incorporando criterios que permiten una experiencia segura, cómoda e inclusiva para todas las personas. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1.300 millones de personas en el mundo viven con alguna forma de discapacidad, lo que representa un 16% de la población global y evidencia la urgencia de espacios más accesibles.

Entre las soluciones que facilitan el desplazamiento y también mejoran la experiencia de todos los usuarios, destaca la señalética en braille, rampas con barandas, pisos podotáctiles, puertas automáticas y ascensores con llamado por sonido.

Estándares internacionales

El sistema AIS (Accessibility Indicator System), promovido por la Fundación de Accesibilidad y Responsabilidad Social y Safe City, es un estándar de referencia que evalúa el nivel de accesibilidad de los espacios de acuerdo con normativas nacionales e internacionales. A través de ella, se busca reconocer a los espacios accesibles e incentivar que más proyectos se sumen a este enfoque.

“Contemplamos un nuevo estándar dentro de nuestros desarrollos, que impacta de manera positiva a cientos de usuarios, clientes y personas a fin de construir, una ciudad más igualitaria, una ciudad para todos”, señaló Joanna Wieland, gerenta de sostenibilidad y gestión de procesos de Urbanova, compañía que ha certificado 7 de sus predios con dicho estándar internacional y fue reconocida en el evento por el décimo aniversario de Safe City.

Urbanova ha incorporado el desarrollo de espacios para todos como parte su propuesta de valor, compromiso que no solo responde al cumplimiento de la normativa vigente, sino también a la convicción de que la inclusión debe ser parte de la experiencia urbana. “Los criterios de accesibilidad en nuestros proyectos son integrados desde la etapa de diseño, permitiendo que nuestros espacios dialoguen con las necesidades reales de las personas”, añade Wieland.

En América Latina, se estima que más del 80% del parque inmobiliario aún presenta barreras físicas para personas con discapacidad, según datos del BID. Frente a este panorama, avanzar en accesibilidad no solo es una responsabilidad ética, sino un componente clave para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el ODS 11, que promueve ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles hacia el 2030.