Empresas mexicanas enfrentan un giro relevante: los beneficios laborales rebasan al salario

Hoy, el 72% de los colaboradores mexicanos considera que el bienestar y los beneficios pesan igual o más que el salario al elegir empleo. México se ubica como uno de los países de la región que más rápido adopta soluciones digitales para administrar beneficios.

La gestión de beneficios corporativos en México vive una transformación acelerada impulsada por nuevas expectativas laborales, presiones económicas y la digitalización de los procesos. Hoy, el 72% de los trabajadores otorga al bienestar y a los beneficios un valor igual o mayor que al salario, una tendencia que obliga a las organizaciones a replantear sus esquemas de compensación.

Aunque únicamente 17% de las empresas en la región han ido más allá de los beneficios tradicionales, 32% ya evalúa incorporarlos, revelaron especialistas durante el webinar “Tendencias en la gestión de beneficios en las empresas de México”, organizado por Betterfly.

“El bienestar dejó de ser un beneficio accesorio para convertirse en un motor estratégico del negocio. Las organizaciones necesitan ofrecer soluciones simples, medibles y capaces de acompañar verdaderamente a las personas en su vida diaria”, señaló Lina Vanegas, Head of Marketing de Betterfly.

Este cambio responde a una evolución profunda en la percepción del valor que los colaboradores otorgan a los beneficios. El enfoque ya no se limita a seguros o vales, sino que integra salud mental, flexibilidad laboral, desarrollo personal y bienestar integral. La pandemia aceleró esta transición: la salud mental duplicó su prioridad, registrando un salto de 24% en 2019 a 48% en 2020.

La digitalización también juega un rol decisivo. México se perfila entre los mercados latinoamericanos con mayor velocidad en la adopción tecnológica para gestionar beneficios; de hecho, una encuesta de Betterfly muestra que 70% de los empleados prefiere administrarlos desde una aplicación.

Los expertos detallaron que las empresas están migrando hacia esquemas flexibles, personalizables y centrados en las personas, capaces de adaptarse a etapas de vida, intereses y necesidades específicas. La Inteligencia Artificial (IA) y las plataformas móviles permiten analizar datos, anticipar demandas y ofrecer experiencias hiperpersonalizadas, sin desplazar el componente humano que da sentido a la relación laboral.

En este contexto, crecen también los lifestyle benefits, que llevan los beneficios al día a día del colaborador: programas de salud mental, educación en línea, incentivos para hábitos saludables y acciones con impacto social y ambiental, particularmente valorados por las nuevas generaciones.

No obstante, el camino hacia este nuevo modelo presenta retos relevantes:

  • La comunicación interna, ya que muchos colaboradores desconocen los beneficios que tienen.
  • Las restricciones presupuestales, acentuadas por la incertidumbre macroeconómica y reformas laborales recientes.
  • Brechas generacionales, que complican ofrecer paquetes relevantes para baby boomers, millennials y generación Z por igual.
  • Dificultades para incluir a personal operativo con acceso digital limitado.
  • Desalineación entre los beneficios ofrecidos y las necesidades reales de las personas.

A pesar de estos desafíos, las proyecciones son contundentes. El 74% de las empresas planea invertir en beneficios digitales y flexibles durante los próximos dos años (KPMG), mientras que organizaciones que han implementado beneficios personalizados registran 27% menos rotación voluntaria (Gallup).

El rumbo está definido: beneficios que acompañen la vida cotidiana, conecten con el propósito personal y profesional del colaborador y se gestionen desde una plataforma centralizada. En este escenario, los beneficios dejan de ser un complemento para convertirse en una ventaja competitiva que fortalece la retención de talento, eleva el compromiso y construye bienestar real y sostenible.