La nueva edición del Informe sobre la Desigualdad Global confirma que la región mantiene las brechas más profundas de ingreso y riqueza, con avances limitados y retrocesos marcados en países clave.
Concentración extrema del ingreso
El Laboratorio de las Desigualdades Mundiales señala que el diez por ciento más rico de Latinoamérica concentra el cincuenta y siete por ciento de los ingresos, mientras que la mitad más pobre solo recibe el ocho por ciento. África subsahariana y el sur y el sudeste de Asia se aproximan a niveles similares, aunque con valores ligeramente inferiores.
Brechas severas en la distribución de la riqueza
La región también exhibe una concentración muy alta de riqueza. El uno por ciento más adinerado posee el treinta y seis por ciento de los bienes totales, solo superado por Oriente Medio, el norte de África, Rusia y Asia central. En el extremo contrario, la mitad más pobre controla apenas el tres por ciento de la riqueza, cifra comparable a Europa y superior a Norteamérica, Oceanía y África subsahariana.
Avances en México y Chile
Entre dos mil catorce y dos mil veinticuatro México y Chile lograron reducir parcialmente la desigualdad gracias al incremento sostenido del salario mínimo. Aun así, la estructura de riqueza se mantiene altamente polarizada. En ambos países el diez por ciento superior concentra más del setenta por ciento de los activos, mientras que la mitad inferior apenas supera el dos por ciento.
Retrocesos en Brasil y Colombia
Brasil y Colombia muestran un deterioro en la distribución del ingreso y la riqueza. En Colombia el diez por ciento de mayores ingresos capta el sesenta por ciento del total y concentra el setenta punto nueve por ciento de la riqueza. La mitad más pobre recibe solo el siete por ciento del ingreso y controla el dos punto dos por ciento de los bienes. Brasil refleja un patrón muy similar con el sesenta por ciento del ingreso y el setenta punto uno por ciento de la riqueza en el sector de mayor poder adquisitivo.
Argentina como excepción relativa
Argentina presenta una desigualdad menor que la de otros países de la región pese a un aumento reciente en la brecha de ingresos. Además, registra el ingreso medio más alto medido en paridad de poder adquisitivo con cincuenta y dos mil euros al año, muy por encima de Chile, México, Brasil y Colombia. Aun así, la concentración de riqueza sigue siendo elevada aunque inferior al promedio latinoamericano.
Políticas que explican las diferencias
El economista Ricardo Gómez Carrera, autor principal del estudio, explica que la reducción de desigualdades depende tanto de políticas redistributivas basadas en recaudación y transferencias como de políticas predistributivas enfocadas en salarios y condiciones laborales. Señala que los avances en la región siguen siendo insuficientes para revertir un patrón histórico de alta concentración.




