En Cumberland, Columbia Británica, las antiguas minas de carbón inundadas se estudian para generar calefacción y refrigeración con bajo costo y menor impacto ambiental, aprovechando el agua subterránea constante durante el año.
Aprovechando el agua de minas históricas
Canadá analiza la conversión de las minas de carbón de Cumberland en una red de energía limpia basada en geotermia, impulsada por la iniciativa académica ACET. El proyecto busca utilizar el agua acumulada en los pozos para climatizar edificios durante el invierno y reducir emisiones en el municipio.
Las galerías, excavadas entre finales del siglo XIX y los años 60, quedaron inundadas tras el cierre de la actividad extractiva. Su particularidad es que la temperatura del agua se mantiene relativamente constante, más baja en verano y más alta en invierno, lo que permite aprovechar este diferencial térmico mediante bombas de calor de alto rendimiento.
Geoexchange: reactivando el subsuelo
Los especialistas explican que los sistemas geoexchange funcionan con un circuito cerrado que mueve el agua entre los edificios y las minas. Zachary Gould, planificador energético, indica que la red actuaría como un gran intercambiador natural capaz de suministrar calefacción y refrigeración con bajo impacto ambiental y costes operativos reducidos.
Emily Smejkal, investigadora, resalta que la densidad de pozos y túneles bajo el casco urbano permite implementar la red sin perforaciones profundas ni infraestructuras invasivas, beneficiando a toda la comunidad de forma progresiva.
Historia minera reinterpretada
El pasado minero de Cumberland estuvo marcado por condiciones laborales duras y huella ambiental significativa. La alcaldesa Vickey Brown señala que transformar este legado en energía renovable ofrece una oportunidad de reconciliación con el pasado. “Estamos utilizando los restos de aquel recurso para avanzar hacia una energía más limpia”, afirmó.
Aplicaciones y perspectivas
El estudio inicial se centra en parcelas municipales y una zona industrial cercana al lago Comox. La colaboración con ACET permite analizar la viabilidad del sistema y explorar su uso en empresas con alta demanda térmica, como invernaderos o procesadoras de alimentos.
Proyectos similares en Columbia Británica y Nueva Escocia ya suministran calor geotérmico a edificios municipales e industrias. Cory MacNeill, geólogo, destaca la importancia de “analizar la historia minera y buscar beneficios desde un punto de vista ambiental”, filosofía que guía la transición energética de Cumberland.






