Mientras Perú, Chile, Brasil y México consolidan su expansión exportadora, Colombia enfrenta una caída estructural de sus ventas externas y carece de una estrategia clara de inserción internacional.
América Latina y el auge exportador
En la última década, las exportaciones latinoamericanas crecieron a ritmos notables, apalancadas en la demanda de China. Perú y Chile aprovecharon la minería, Brasil la agroindustria y México las manufacturas, con crecimientos sostenidos superiores al 3% anual.
El rezago colombiano
Colombia, en contraste, vio caer sus exportaciones en promedio 1% anual entre 2014 y 2024. Hoy estas apenas representan el 11,8% del PIB, frente al 26,5% del promedio regional. La dependencia del petróleo, cuya venta externa retrocedió 4,6% anual en la última década, dejó al país sin motores alternativos robustos.
El papel de China en la región
La influencia de Pekín es clave. Entre 2005 y 2024, las exportaciones de los cinco principales países de la región hacia China crecieron 13,8% anual, llegando en algunos casos a representar más del 10% de su PIB. Chile y Perú consolidaron lazos mineros, mientras que Brasil y México capitalizaron el agro y la industria.
En Colombia, aunque existen proyectos relevantes como el Metro de Bogotá impulsado por empresas chinas, la ausencia de un marco regulatorio estable genera incertidumbre.
Oportunidades y riesgos
La demanda global de alimentos y minerales críticos sigue en aumento. Según la Agencia Internacional de Energía, el consumo de cobre se duplicará hacia 2040 y el de litio se multiplicará por cinco. Países como Chile, Perú y Brasil se preparan para aprovechar ese escenario, pero Colombia carece de una estrategia definida que articule agroindustria, minería e infraestructura con el mercado chino.
Definir una narrativa exportadora
El informe de Corficolombiana advierte que Colombia necesita un plan productivo claro, con metas tangibles y coordinación público-privada, que permita diversificar exportaciones y reducir su vulnerabilidad frente a choques externos y tensiones geopolíticas.
De lo contrario, el país corre el riesgo de seguir perdiendo espacio frente a sus vecinos y quedar atrapado entre la rivalidad de Estados Unidos y China, sin un rol claro en el tablero global.






