Con el mercado estadounidense cerrado por aranceles, Brasil potencia envíos a China y México, mientras la Argentina ajusta su estrategia exportadora.
El arancel impuesto por Estados Unidos a la carne vacuna brasileña, superior al 76%, obligó a Brasil a reconfigurar su estrategia exportadora. Para compensar la pérdida del mercado estadounidense, el gigante sudamericano está ampliando sus envíos a China y México, apuntalando su presencia global.
En México, las exportaciones brasileñas podrían más que duplicar los USD 250 millones de 2024, gracias al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), que elimina aranceles a productos alimenticios. La habilitación de 14 nuevas plantas frigoríficas brasileñas permitirá incrementar las exportaciones a 49 instalaciones certificadas para cumplir las normas mexicanas.
En paralelo, la Argentina se perfila como un destino secundario, especialmente para carne magra, pero su participación es limitada frente al protagonismo de China y México. En julio, las exportaciones brasileñas terminaron en China (51,2% del total), EE. UU., México, Rusia y la Unión Europea. Para agosto, China sigue liderando, seguida por México, Rusia, Chile y Estados Unidos.
El mercado estadounidense, a pesar del arancel, mantiene precios altos: novillo en pie por encima de USD 5/kg, novillo en gancho por encima de USD 8/kg y ternero de invernada cerca de USD 10/kg, dejando un hueco de 400 mil toneladas anuales que otros exportadores intentan cubrir.
Por su parte, la Argentina continúa concentrando sus envíos en China, donde el 76% de los embarques de congelados sin hueso se dirigen a ese país. Entre enero y julio de 2025, la carne argentina embarcada ascendió a 376.245 toneladas por USD 1.943 millones, con un incremento interanual de 17,6% en facturación pese a una caída del 14,5% en volumen.
El valor promedio de la tonelada creció 35% interanual, alcanzando USD 5.165, impulsado por cortes deshuesados y congelados. Las recientes subas en vaca conserva y vaca gorda reflejan la combinación de un mercado chino activo, precios atractivos y una oferta estacionalmente limitada.
La interrupción de ventas brasileñas hacia EE. UU. está reordenando el comercio global de carne vacuna, con oportunidades y desafíos tanto para Brasil como para la Argentina, en un contexto de precios históricamente elevados y alta demanda asiática.






