El proyecto propone una inversión de US$ 2,000 millones para llevar gas natural al sur del país, pero enfrenta trabas normativas, baja demanda y dudas sobre su viabilidad.
Un pendiente de más de dos décadas
Han pasado 21 años desde el inicio de la explotación del yacimiento de Camisea y su transporte por ducto hacia Lima, Callao e Ica. Sin embargo, la esperada masificación del gas natural en el resto del Perú sigue estancada, principalmente por falta de infraestructura. Mientras países como Brasil (9,608 km), Argentina (16,000 km) o Colombia (7,460 km) expandieron sus redes, Perú apenas alcanza 925 km.
La propuesta de TGP
En el CADE Ejecutivos 2024, Transportadora de Gas del Perú (TGP) presentó el proyecto TGP Extensión Sur, que plantea un nuevo ducto de 923 km desde Humay (Pisco, Ica) hasta Ilo y Mollendo (Moquegua y Arequipa). La inversión sería de US$ 2,000 millones, autofinanciada y 100% privada. Para ejecutarlo, TGP pide extender por 10 años su concesión, que vence en 2033.
Los principales retos
A diferencia del gasoducto de Camisea, el trazado costero atraviesa zonas desérticas, agrícolas y arqueológicas. El gerente de TGP, Enrique Martínez, advirtió que la normativa actual no contempla ampliaciones de gran magnitud, lo que complica el marco legal. Además, la débil demanda interna obliga a reinyectar hasta 350 millones de pies cúbicos diarios, lo que representa pérdidas estimadas en US$ 1 millón por día en regalías y canon no percibidos.
Reservas y oportunidades
Expertos señalan que las reservas actuales solo cubrirían 15 años de consumo, pero el Lote 58 de CNPC ya cuenta con reservas certificadas y podría entrar en producción en 2026, lo que abre una oportunidad para poner en valor el gas disponible, siempre que exista infraestructura de transporte.
Críticas y dudas sobre la viabilidad
El ex presidente de Petroperú, César Gutiérrez, cuestionó la propuesta: según sus cálculos, el ducto estaría listo recién en 2032, lo que considera excesivo. Además, advirtió que si TGP enfrenta conflictos sociales en Marcona (Ica), podría detener la obra allí, dejando sin conexión a Ilo y Mollendo, lo que restaría sentido al proyecto.
Por ahora, el Ministerio de Energía y Minas mantiene en evaluación la iniciativa, sin un cronograma claro de decisión.






