Enusa, responsable del suministro de combustible nuclear en España, alcanzó en 2024 su mayor beneficio neto en más de dos décadas. A pesar del cierre progresivo del parque nuclear, la empresa fortalece su rol estratégico en la cadena de suministro global.
En medio de un entorno de transición energética y bajo la hoja de ruta del cierre paulatino de sus centrales nucleares, España ha visto cómo Enusa, su empresa estatal encargada de proveer uranio enriquecido, reportó resultados históricos en 2024. Según información oficial, la compañía obtuvo más de 20 millones de euros en beneficios netos, cifra que marca un hito no solo financiero, sino también estratégico para su proyección internacional.
El resultado refleja una combinación de eficiencia operativa y diversificación de proveedores, tras la decisión de reducir la dependencia del uranio de origen ruso. En paralelo, Enusa ha reforzado su presencia global mediante alianzas comerciales en Europa y Asia, elevando su competitividad en un mercado global altamente regulado.
A pesar de que España mantiene su calendario de cierre nuclear con miras a 2035, el rol de Enusa no se debilita. Por el contrario, su posicionamiento como operador clave en la cadena de suministro internacional y su capacidad para asegurar el abastecimiento nacional la consolidan como un actor técnico relevante incluso más allá del contexto local.
En el corto plazo, la firma continuará operando en coordinación con las cinco centrales activas en el país y mantiene conversaciones con otros gobiernos europeos en busca de nuevos acuerdos de suministro. El desempeño de Enusa resalta el valor estratégico de sus operaciones en medio de un entorno marcado por la transición energética, la incertidumbre geopolítica y la necesidad de diversificar fuentes energéticas seguras y continuas.






