Todo o nada, la inflación de EE. UU. marcará la semana

Los mercados muestran una dicotomía clara, por un lado, la renta variable estadounidense se encuentra en máximos históricos impulsada por un entusiasmo tecnológico y flujos de capital significativos.

Los mercados financieros globales inician la jornada con una marcada atención en el comportamiento del S&P 500 y el creciente debate sobre la concentración de las “Magnificent 7”, que han vuelto a superar un peso del 34% en el índice por tercera vez 17 de junio de 2024, 6 de enero de 2025 y 6 de agosto de 2025). Según un estudio de UBS, este nivel extremo de ponderación ya ha mostrado en el pasado una dinámica repetida: tras superarse el umbral del 27,5% en noviembre de 2021 y luego el del 34% en junio de 2024, el índice subió de media un 2,5% en el mes posterior para luego caer de media un 12,9% en los dos meses siguientes. La cuestión que plantea el mercado es si esta vez el patrón se repetirá o si el contexto actual puede generar una excepción, especialmente considerando que, según BofA, el crecimiento de beneficios de estas siete tecnológicas sigue siendo sobresaliente, pero con señales de que el resto del S&P 500 comienza a recortar la brecha.

En el frente monetario y político de Estados Unidos, el debate sobre el rumbo de la Reserva Federal gana intensidad. Mohamed A. El-Erian ha recordado que existe la posibilidad de que el banco central repita en 2025 la secuencia de recortes vista en 2024, con una pausa en julio seguida de un recorte “jumbo” de 50 puntos básicos en septiembre. Esta hipótesis encuentra respaldo en las expectativas del mercado: la probabilidad de un recorte en septiembre alcanza el 94,4 %, y UBS mantiene su previsión de 100 puntos básicos de recortes a partir de ese mes. Rick Rieder, de BlackRock, considera que un ajuste de medio punto en la tasa de fondos federales sería apropiado para alinearse con las expectativas de inflación a largo plazo y las mejoras de productividad en varias industrias.

En esta línea, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, también ha sugerido un recorte de 50 puntos básicos, aunque se distancia de la posición anterior del presidente Donald Trump al afirmar que las inversiones chinas en EE. UU. no deberían formar parte de un acuerdo comercial, enfatizando la necesidad de relocalizar industrias críticas fuera de China. Sin embargo, no todos en la Fed comparten esta visión. El presidente de la Fed de Kansas City, Schmid, mantiene una postura claramente restrictiva, destacando que el crecimiento económico sigue siendo sólido, la inflación demasiado alta y que flexibilizar la política monetaria podría trasladar más presión inflacionaria a los consumidores a través de los aranceles. Por su parte, Thomas Barkin, presidente de la Fed de Richmond, señala que la “densa niebla” de incertidumbre empieza a disiparse, aunque por ahora se mantiene inclinado a no modificar las tasas.

El panorama político y regulatorio también entra en juego con la confirmación de la Casa Blanca de que la Oficina de Estadísticas Laborales continuará publicando el informe mensual de nóminas no agrícolas, pese a las declaraciones de E.J. Antoni (nombrado por Trump para dirigir la entidad) sobre suspender su publicación mensual en favor de datos trimestrales más precisos, argumentando la necesidad de restaurar la confianza en las cifras. En paralelo, Trump defiende que los aranceles no han generado inflación y asegura que cantidades masivas de capital están fluyendo hacia el país, al tiempo que critica a Goldman Sachs y a su CEO, David Solomon, por no reconocer adecuadamente su política económica.

En los mercados de renta variable, el optimismo se refleja en nuevos máximos históricos del S&P 500 y del NASDAQ, apoyados por un incremento en las compras minoristas, incluidas las acciones del NDX 100 y el resurgimiento de las meme stocks. No obstante, el índice de volatilidad VIX ha caído a su nivel de cierre más bajo del año, reflejando una complacencia generalizada. Según Goldman Sachs, los asesores de trading de materias primas (CTA) mantienen posiciones largas cercanas a niveles récord (150.000 millones de dólares en renta variable global y 54.000 millones en la estadounidense), aunque el impulso alcista podría haber alcanzado su techo, con estimaciones de una presión bajista en las próximas semanas. Esta lectura coincide con la advertencia de Rubner sobre la entrada en un periodo de debilidad estacional.

En el sector corporativo, la agenda de resultados del día incluye publicaciones antes de la apertura de compañías como Brinker International, Innoviz, Marex, Global-e Online, Performance Food, Madison Square Garden Entertainment y Nexxen International, y tras el cierre se esperan cifras de Cisco Systems, DLocal, Coherent, SurgePays, Red Robin Gourmet Burgers, Alvotech, Electrovaya y Equinox Gold. Estos reportes llegan en un contexto de euforia tecnológica, impulsada también por el mercado de criptomonedas, donde Ethereum ha alcanzado los 4.500 dólares por primera vez desde 2021, con la mayor entrada en la historia en ETF vinculados a esta criptodivisa (más de 1.000 millones de dólares en un solo día).

En el plano internacional, geopolítica se intensifica. El presidente Trump participará en una cumbre virtual de emergencia con líderes europeos, incluido el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, organizada por el canciller alemán Friedrich Merz. Esta reunión servirá como preparación para la cumbre en Alaska entre Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, con el objetivo de abordar las opciones de presión contra Rusia, el estatus de los territorios ucranianos ocupados, las garantías de seguridad para Kiev y una posible secuencia de negociaciones de paz. Paralelamente, Francia, Alemania y Reino Unido estudian reimponer sanciones a Irán, mientras que el equipo comercial de EE. UU. tiene previsto reunirse con funcionarios chinos en dos o tres meses, en un entorno de relaciones bilaterales complejas y tensiones estratégicas.

En Europa, el Instituto Nacional de Estadística de España informó que la inflación anual medida por el IPC se situó en el 2,7% en julio, cuatro décimas por encima de junio, reflejando presiones inflacionarias persistentes que podrían influir en las decisiones del Banco Central Europeo.

En Asia, aunque la agenda macroeconómica es más limitada, el foco permanece en el frente comercial y tecnológico, dada la relevancia de las negociaciones entre Washington y Pekín y su posible impacto en cadenas de suministro estratégicas, particularmente en sectores de semiconductores y energías limpias.

En conclusión, los mercados muestran una dicotomía clara, por un lado, la renta variable estadounidense se encuentra en máximos históricos impulsada por un entusiasmo tecnológico y flujos de capital significativos, mientras que, por otro, persisten señales de vulnerabilidad como la elevada concentración de las “Magnificent 7”, el posible techo en las posiciones largas de los CTA y un inminente periodo estacionalmente débil. Las expectativas de recortes agresivos por parte de la Fed en septiembre se mantienen como el principal catalizador de corto plazo, pero la divergencia de posturas dentro del banco central y los riesgos geopolíticos en Europa y Oriente Medio podrían introducir volatilidad en las próximas semanas. La proyección es que, si bien podría producirse un repunte adicional en el corto plazo (alineado con el patrón histórico observado), la probabilidad de una corrección relevante hacia el último trimestre del año aumenta, especialmente si la macroeconomía no confirma el optimismo actual y si las tensiones geopolíticas se intensifican.