Sacyr compite por una planta desaladora en Chile valorizada en 273 millones de euros

La española Sacyr se enfrentará al consorcio PDAM Mamanchay por la concesión de una planta desaladora en Coquimbo, el primer proyecto de este tipo bajo el sistema de concesiones en Chile.

El grupo Sacyr Agua ha presentado una oferta para participar en la licitación pública de una planta desaladora en la región de Coquimbo (Chile), en un proyecto valorado en 318 millones de dólares (273 millones de euros). La iniciativa, promovida por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), busca garantizar el suministro de agua para consumo humano y uso multipropósito en una zona con creciente escasez hídrica.

De acuerdo con las actas del concurso, hasta 50 empresas mostraron interés por el contrato, entre ellas varias españolas como Acciona, FCC, ACS, San José y Lantania. Sin embargo, solo dos propuestas llegaron a la etapa final: la de Sacyr y la del consorcio PDAM Mamanchay, conformado por Cox Water y Cointer, también de origen español.

El proyecto contempla el diseño, construcción y operación de una planta desaladora de agua de mar con capacidad total de 1.200 litros por segundo, además de la ejecución de obras marítimas, un sistema de ósmosis inversa y una red de distribución de 18,7 kilómetros hasta los estanques de almacenamiento, con un volumen total de 8.000 metros cúbicos.

Según la ministra de Obras Públicas, Jessica López, este proyecto “es un compromiso con los habitantes de la región de Coquimbo” y “representa un gran paso para garantizar la seguridad hídrica y la reactivación económica de la zona”. Se trata además de la primera desaladora en Chile que se desarrollará bajo el sistema de concesiones, lo que podría abrir el camino a un nuevo modelo de colaboración público-privada en infraestructura hídrica.

La competencia entre Sacyr y PDAM Mamanchay refleja el creciente interés internacional por los proyectos de agua y sostenibilidad en Latinoamérica, donde la desalinización se perfila como una solución estratégica frente al estrés hídrico y la demanda urbana creciente.