La inflación manda, Wall Street y el mundo esperan el dato clave

Los mercados globales inician la semana en modo “espera” ante el dato de inflación en EE. UU., que podría definir la dirección de acciones, bonos y divisas en el corto plazo. Entre apuestas de Wall Street, movimientos tácticos en renta fija y tensiones geopolíticas crecientes, el CPI de julio se perfila como el catalizador clave para los próximos días.

Los mercados financieros globales inician la semana con la atención centrada en una batería de indicadores macroeconómicos clave en Estados Unidos, liderados por el dato de inflación al consumidor (CPI) de julio, que se perfila como el catalizador más importante para los movimientos de corto plazo en renta variable, bonos y divisas. La mesa de JPMorgan ha delineado un abanico de escenarios para el CPI subyacente mensual que condicionaría el comportamiento del S&P 500, con probabilidades que oscilan desde un 5% para un dato de 0,4% que podría provocar caídas del índice entre el 2% y el 2,75%, hasta un escenario de menor inflación (<0,25%) también con un 5% de probabilidad, que podría impulsar al índice entre un 1,5% y un 2%. Entre estos extremos, el rango de 0,3%–0,35%, con un 35% de probabilidad, sugiere un comportamiento plano a subidas de 0,75%, mientras que un registro entre 0,25% y 0,3% (30% de probabilidad) anticipa avances de hasta el 1,2%.

Goldman Sachs proyecta un incremento mensual del 0,27% en el índice general y del 0,33% en el subyacente, lo que situaría las tasas interanuales en 2,80% y 3,08%, respectivamente, mientras que las expectativas del mercado para 2025 se encuentran en su nivel más bajo desde marzo, con una previsión de inflación general diciembre a diciembre del 3,0%.

En política monetaria, los operadores asignan una probabilidad de aproximadamente uno entre seis a que la Reserva Federal opte por una pausa en septiembre. Desde JPMorgan, Michael Feroli advierte que la eventual aprobación de Miran como gobernador de la Fed, antes de la reunión del 16 de septiembre, podría allanar el camino para un ciclo de recortes de 100 puntos básicos, empezando en esa fecha. No obstante, un recorte más agresivo de 50 puntos básicos requeriría una justificación más contundente, que podría venir de una tasa de desempleo superior al 4,4%, mientras que una inferior al 4,1% podría generar votos en contra. Por su parte, Michelle Bowman, vicepresidenta de supervisión de la Fed, señaló que los recientes datos débiles de empleo refuerzan sus preocupaciones sobre la fragilidad del mercado laboral, apoyando su expectativa de tres recortes de tipos este año, frente a un rango actual de 4,25%–4,50%.

En cuanto al posicionamiento de mercado, Bank of America destaca que los CTA mantienen cortos significativos en el dólar estadounidense frente a largas en euro, libra esterlina, peso mexicano y dólar canadiense, y posiciones largas extremas en oro, aunque las compras de los bancos centrales en este metal se han desacelerado, presionando a la baja su cotización. En renta variable, los CTA sostienen posiciones largas máximas en E-mini S&P (+2,38%) y Nasdaq (+2,95%), mientras que en renta fija parecen ser compradores de futuros del Tesoro a 10 y 30 años, lo que favorecería un descenso en los rendimientos.

El posicionamiento de la CFTC refleja un sesgo “risk-off” en bonos, con fuertes ventas a lo largo de la curva y una notable cobertura de cortos en el dólar, mientras que en acciones los traders incrementan sus posiciones largas en S&P 500 pero acumulan la mayor posición corta en small caps desde 2022, y reducen cortos en VIX a niveles cercanos a extremos históricos. Paralelamente, los hedge funds registran la mayor posición corta en futuros de small caps jamás observada, mientras que el peso de Nvidia en el S&P 500 es ya el mayor de cualquier acción individual desde 1981.

A nivel corporativo, las recompras de acciones por parte de empresas estadounidenses se encaminan a superar los 1,1 billones de dólares en 2025, con los grandes bancos y tecnológicas como principales impulsores. En el comportamiento diario, Tesla avanza un 1,4%, Eli Lilly un 1,0%, mientras que Nvidia y Apple retroceden un 1,0% y 0,8% respectivamente. En materias primas y criptoactivos, el ETF de oro GLD pierde un 1,2%, el ETF de bitcoin IBIT repunta un 4,3% y el propio bitcoin supera los 121.000 dólares. UBS ha recortado su previsión para el Brent a 62 dólares por barril a finales de 2025, anticipando una presión bajista sostenida sobre el crudo. En el plano regulatorio y comercial, Nvidia y AMD destinarán el 15% de sus ingresos por ventas de chips en China al gobierno estadounidense, mientras que Donald Trump ha instado a China a cuadruplicar sus compras de soja estadounidense, lo que ha impulsado los precios.

En el frente geopolítico, la agenda de Donald Trump concentra atención con el anuncio de una reunión con Vladimir Putin en Alaska el próximo viernes, precedida de avances significativos en las conversaciones de Vance en el Reino Unido. Líderes europeos buscan reunirse con Trump antes de dicho encuentro, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, donde el presidente Zelenski insiste en aumentar la presión sobre Rusia, rechazando la vía de concesiones. En paralelo, las tensiones comerciales entre EE. UU. y China persisten: la tregua arancelaria de 90 días acordada en mayo, que redujo los gravámenes desde el 145% y congeló nuevas medidas punitivas, expira este martes sin confirmación de extensión. Pekín ha mostrado voluntad de prolongarla otros 90 días, pero la decisión recae en Trump, que no ha dado señales claras.

En Europa, el posicionamiento en el Euro Stoxx 50 por parte de los CTA es mixto, con los operadores de corto plazo reduciendo exposición y los de largo plazo incrementándola, lo que deja margen para movimientos abruptos en función de la evolución de los precios. En Japón, el Nikkei 225 mantiene una tendencia alcista elevada, aunque igualmente expuesta a correcciones o extensiones pronunciadas dependiendo del comportamiento spot.

En Asia, además del contexto japonés, China sigue en el centro de la tensión comercial global con la nueva imposición estadounidense sobre ventas de chips, mientras las negociaciones arancelarias con Washington se encuentran en un punto crítico.

En síntesis, el panorama de los mercados se encuentra en una fase de alta sensibilidad a los datos macroeconómicos inmediatos, con el CPI de esta semana como eje principal para definir la dirección a corto plazo. El posicionamiento técnico refleja divergencias importantes entre índices de gran capitalización y small caps, mientras que el apetito por riesgo convive con coberturas defensivas en bonos y divisas. La geopolítica añade un vector de volatilidad adicional con la cumbre Trump-Putin y el vencimiento de la tregua arancelaria entre EE. UU. y China. En el corto plazo, un dato de inflación por debajo de lo esperado podría impulsar a los mercados a nuevos máximos históricos en los índices principales, mientras que una lectura más alta podría desencadenar una corrección significativa. De cara al resto del año, la combinación de política monetaria más acomodaticia, recompras corporativas récord y flujos hacia activos de riesgo sugiere un sesgo alcista estructural, aunque condicionado a que los riesgos geopolíticos y comerciales no se materialicen en shocks de mercado.