Europa se prepara para el tren que podría jubilar a las aerolíneas

La Unión Europea impulsa una red ferroviaria de alta velocidad de más de 50 mil kilómetros que conectará las principales ciudades del continente, reduciendo tiempos, emisiones y costos.

Un nuevo mapa de la movilidad europea

La Comisión Europea evalúa la aprobación del plan de la Red Ferroviaria Europea de Alta Velocidad, una infraestructura que transformaría el transporte continental. El proyecto contempla más de 50.000 kilómetros de vías que enlazarán las principales ciudades de Europa con trenes capaces de alcanzar los 350 km/h, integrando sostenibilidad, eficiencia y conectividad económica. Si se aprueba, será posible viajar de Madrid a Milán con escala en Francia o de Estambul a Atenas en solo cuatro horas.

Del dominio aéreo al renacimiento ferroviario

Durante gran parte del siglo XX, los trenes fueron el medio favorito para recorrer largas distancias. Sin embargo, el auge de las aerolíneas comerciales relegó el transporte ferroviario a un papel secundario. Hoy, la combinación de objetivos climáticos y avances tecnológicos está impulsando su regreso. La propuesta, promovida por la Comunidad de Empresas Ferroviarias y de Infraestructuras Europeas (CER), busca ofrecer una alternativa más limpia y rápida que el avión, con un ahorro estimado del 90% en emisiones de carbono.

Sostenibilidad y eficiencia como ejes del cambio

El proyecto ha sido declarado la principal prioridad del Comité de Transporte Sostenible y Turismo de la Comisión Europea, según explicó Alberto Mazzola, director ejecutivo de la CER. La iniciativa se alinea con la agenda verde del continente, pero su éxito dependerá de que Bruselas mantenga sus compromisos ambientales y financieros. Además de reducir la huella de carbono, la red permitiría impulsar el turismo, el comercio y la integración económica europea.

Francia, pionera en la transición ferroviaria

Francia ha sido uno de los países más decididos en apoyar la transición. Desde 2023, prohíbe los vuelos nacionales en rutas donde exista una alternativa ferroviaria que dure menos de dos horas y media. Además, impulsa el Plan Starline, con trenes que alcanzan 400 km/h y conectarán cerca de 40 ciudades. Este tipo de políticas marca el rumbo hacia un transporte interurbano más sostenible y competitivo frente al sector aéreo.

Un cambio estructural en marcha

Si la Comisión Europea aprueba la red, el impacto será profundo. Un pasajero podrá salir de Madrid después del desayuno y llegar a Milán antes del almuerzo, con una experiencia más cómoda, eficiente y ecológica. Más allá de la velocidad, el verdadero desafío será consolidar un modelo de transporte verde y unificado que reduzca la dependencia de los vuelos de corto alcance y contribuya a los compromisos climáticos del continente.