En entrevista para Revista Economía, el socio fundador de North Development y Core Capital, explica cómo un modelo nacido en Perú logró replicarse en Estados Unidos, alcanzando un financiamiento récord y atrayendo a inversionistas latinoamericanos hacia el mercado inmobiliario de Miami.
El Domus Brickell Center está marcando un hito en Miami. ¿Cómo nace la idea de este proyecto y qué aspectos lo diferencian de otros desarrollos comerciales o residenciales en Miami o Estados Unidos?
La idea nace como una continuación de lo que venimos haciendo hace 20 años en Perú. Tenemos más de 70 proyectos entregados, básicamente al mismo público: personas que compran unidades pequeñas en zonas céntricas para invertir y generar ingresos por renta.
Cuando decidimos entrar a Miami, hace cuatro años, quisimos replicar ese mismo modelo, pero no solo para peruanos, sino para toda Latinoamérica y el mundo.
Muchos latinoamericanos —peruanos, chilenos, ecuatorianos, colombianos— buscan invertir fuera del riesgo político de la región, y el real estate en Estados Unidos representa una inversión segura y tangible. De esa forma, pueden diversificar su patrimonio, rentar su propiedad y usarla cuando viajen.
Hoy tenemos 20 proyectos activos en Perú y 4 en Miami, todos con el mismo enfoque: personas que buscan diversificar su inversión inmobiliaria en mercados estables como el estadounidense.
Este proyecto destaca además por haber logrado el mayor financiamiento CPA desde cero en el sur de Florida. ¿Qué factores hicieron posible alcanzar esa cifra récord?
En North Development somos dos socios principales: Edifica y Oak Capital. Oak Capital tiene más de 35 años de experiencia en Estados Unidos desarrollando proyectos muy grandes. Por ejemplo, hoy están terminando el tercer Rarton en Pompano Beach, con más de 600 millones de dólares en ventas.
Combinados, tenemos más de 50 años de experiencia y más de 100 proyectos entregados. Esa trayectoria fue clave para que las instituciones financieras confiaran en nosotros. Entendieron que sabíamos lo que hacíamos, y eso nos permitió acceder a una línea de financiamiento de ese tamaño para construir el segundo proyecto, Domus Brickell Center.
Más allá del financiamiento, ¿qué innovaciones en términos de diseño o sostenibilidad convierten a este proyecto en un referente?
La marca Domus —con los proyectos Domus Brickell Center y Domus El Park— está enfocada en rentas de corto plazo. Es un producto intermedio entre un hotel y un edificio residencial.
Tiene los servicios de un hotel (piscina, restaurante, spa, masajes), pero con la comodidad de un departamento (cocina, dormitorio, espacios amplios). Lo mejor de ambos mundos.
Además, ofrecemos un servicio de administración integral. El propietario puede optar por delegar todo: gestión, reservas y mantenimiento.
Hemos firmado un acuerdo con una empresa estadounidense de gran alcance para listar las propiedades en más de 100 plataformas: Airbnb, Booking, Expedia, TripAdvisor, Marriott, Hyatt, entre otras. Esto multiplica la exposición: mientras Airbnb recibe entre 50 y 100 millones de visitas al mes, nuestra red conjunta alcanza entre 1.2 y 1.5 billones.
Esa visibilidad se traduce en mayor ocupación y tarifas más altas, lo que incrementa la rentabilidad del propietario.
De hecho, el primer proyecto entregado en marzo ya tiene el 85% vendido, y el segundo, que inicia construcción en pocas semanas, ya vendió más de 200 de sus 580 unidades.
Es un producto que ha calzado muy bien con el perfil del inversionista latinoamericano: ticket promedio menor a medio millón de dólares, accesible en Brickell, donde usualmente los departamentos superan el millón. Además, se puede financiar con un inicial desde 150 mil dólares, incluso en cuotas, y con crédito bancario estadounidense a tasas entre 5% y 6.5%.
Core Capital es una firma peruana que usted también dirige, ¿qué representa para el Perú que una empresa local participe en un proyecto de esta escala en Estados Unidos?
Es un orgullo. Creo que los peruanos estamos demostrando, en distintos sectores, que podemos competir a nivel global. Ya no solo en gastronomía, sino también en el mundo empresarial.
Que Core Capital participe en el financiamiento, junto a una gran empresa norteamericana, demuestra que el empresariado peruano puede tener presencia y credibilidad en mercados de primer nivel.
Contribuimos a dejar en alto la imagen del empresario peruano y a fortalecer la confianza internacional en nuestras capacidades.
Desde la perspectiva de Core Capital, ¿qué oportunidades existen para que el capital peruano se internacionalice en proyectos inmobiliarios como este?
Nuestro objetivo en Core Capital es crear un puente para invertir en real estate estadounidense con facilidad. Tradicionalmente, invertir en Estados Unidos era complejo y reservado para patrimonios de más de un millón de dólares.
Nosotros hemos democratizado ese acceso, permitiendo inversiones desde montos mucho más bajos, cercanos a los 100 mil dólares.
Esto permite que más personas diversifiquen sus ahorros fuera del Perú y del riesgo político latinoamericano, fortaleciendo su salud patrimonial.
¿Qué proyecciones tienen en North Development y cómo planean integrar al Perú en su expansión?
En Miami estamos desarrollando dos marcas. La primera es Domus, enfocada en renta de corto plazo, con los proyectos Domus Brickell Center y Domus El Park.
La segunda, que lanzaremos a inicios del próximo año, se llama House of Wellness, centrada en la renta de mediano y largo plazo. Es un concepto de bienestar y longevidad.
Los residentes tendrán acceso a tecnología con inteligencia artificial para monitorear su salud mediante brazaletes o anillos inteligentes, podrán hacer análisis con nutricionistas dentro del edificio y recibir asesoría personalizada en suplementación y entrenamiento físico.
Apunta a una tendencia global: la salud y el bienestar como eje de vida y vivienda.
Considerando que Estados Unidos es propenso a desastres naturales como huracanes, ¿qué previsiones se toman en la construcción para garantizar seguridad?
Es un tema técnico. Cada país tiene normativas que se ajustan a sus riesgos.
Por ejemplo, en Perú las estructuras son antisísmicas. En Miami, en cambio, los edificios están diseñados para resistir huracanes.
A mayores alturas, las estructuras usan vidrios de alta resistencia, prácticamente antibalas, para soportar impactos de objetos arrastrados por el viento.
En general, la normativa técnica local define los parámetros de diseño estructural según el tipo y probabilidad de desastre natural en cada zona.
Entrevista completa disponible en el siguiente enlace






