El índice global alerta de un retroceso profundo en las políticas ambientales de Estados Unidos bajo la administración Trump.
Un informe que sacude la COP30
El Índice del Desempeño de Cambio Climático presentado en la COP30 en Belém revela un giro preocupante: Estados Unidos se desploma hasta el grupo de naciones con gestión ambiental muy deficiente y se ubica junto a Arabia Saudí, Irán y Rusia, países históricamente rezagados en la acción climática. El reporte, elaborado por Germanwatch, NewClimate Institute y CAN International, evalúa a 63 naciones responsables del 90% de las emisiones globales, con más de 450 expertos como base técnica.
Las claves del retroceso estadounidense
El documento asigna a Estados Unidos calificaciones muy bajas en reducción de emisiones, energías renovables, uso de energía y políticas climáticas. Los expertos advierten que la segunda presidencia de Donald Trump ha generado un retroceso a gran escala, con la revocación de normas que impulsaban la transición energética, un renovado impulso a los combustibles fósiles y la salida del Acuerdo de París, proceso que se hará efectivo en enero. Además, Washington no envió delegación oficial a la cumbre, una señal de distanciamiento que preocupa a los países más comprometidos con la agenda ambiental.
Contraste global: avances y retrocesos
Mientras Estados Unidos cae a los últimos puestos, Dinamarca vuelve a liderar el ranking desde la posición número cuatro, seguida del Reino Unido, Marruecos y Chile. Los tres primeros lugares se mantienen vacantes para subrayar que ningún país es plenamente ambicioso. Una de las sorpresas fue España, mejorando cinco posiciones, alcanzando el puesto 14 y entrando al grupo de desempeño alto, impulsada por la integración de la normativa europea, sus políticas fiscales verdes y la inclusión progresiva de criterios climáticos en la contratación pública.
Tensiones políticas y nuevas posturas en la COP30
A pesar de la ausencia del Gobierno estadounidense, algunas figuras demócratas acudieron a Belém. El senador Sheldon Whitehouse acusó al Ejecutivo de Trump de estar influido por la industria fósil, mientras el gobernador de California, Gavin Newsom, pidió a la comunidad internacional plantarse frente a políticas regresivas que frenan la acción global. Estas declaraciones llegan en un contexto marcado por debates sobre impuestos al transporte marítimo, regulaciones energéticas y el futuro del sistema multilateral climático.
Lectura estratégica para la economía internacional
El retroceso climático estadounidense introduce incertidumbre en la transición energética global, dado su peso económico y geopolítico. Los avances en renovables liderados por países europeos y la presión de economías emergentes apuntan a una reconfiguración del mapa de inversiones, regulaciones y flujos de capital vinculados al clima. Para América Latina y Perú, donde la adaptación climática y la atracción de inversiones verdes son esenciales, la fragmentación internacional puede influir en financiamiento, cooperación y exigencias regulatorias en los próximos años.






