Corredor Bioceánico: Chile lidera proyecto vial que conectará Atlántico y Pacífico

La ruta de 2.400 km que atravesará Brasil, Paraguay, Argentina y Chile estará operativa a fines de 2026 y promete mejorar la logística regional y reducir emisiones de CO2.

Chile avanza con la mayor parte de la obra

El Corredor Bioceánico Vial, también llamado Corredor Capricornio, busca conectar el océano Atlántico con el Pacífico mediante una carretera de 2.400 kilómetros que atraviesa Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. Este proyecto estratégico integra infraestructura logística y portuaria del Cono Sur, optimizando el transporte terrestre regional y reforzando el comercio internacional.

El ministro de Transporte y Telecomunicaciones de Chile, Juan Carlos Muñoz, afirmó que su país ha completado la mayor parte de los tramos bajo su responsabilidad, destacando que “todas las obras que son parte de nuestra responsabilidad ya están construidas o en vías de finalización”. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoció que Chile ya cuenta con corredores de transporte consolidados, conectando los pasos fronterizos de Jama y Sico con los puertos de Antofagasta e Iquique.

Inversiones en infraestructura portuaria

En el norte de Chile, el Puerto de Iquique incorporó una nueva grúa que amplía su capacidad operativa, mientras que en el Puerto de Antofagasta se avanza en la ampliación del molo de abrigo para mejorar embarques y desembarques. Además, se han realizado obras viales como mejoras en la Ruta 1 hacia Iquique y optimización de la rotonda Pampino en la Ruta 16. El BID advierte que aún se requieren mejoras en accesos fronterizos, conectividad digital e infraestructura de apoyo para carga, pasajeros y vehículos particulares.

Desafíos para Argentina y Paraguay

Paraguay y Argentina enfrentan mayores retos técnicos y financieros. El Puente Internacional Porto Murtinho-Carmelo Peralta, esencial para la conexión del corredor, registra un 80% de avance y se proyecta operativo hacia fines de 2026. Según el ministro Muñoz, la coordinación entre los cuatro países es clave para que los 2.400 kilómetros funcionen como una red continua, fortaleciendo la economía regional.

Impacto ambiental positivo

Rodrigo Córdova, experto en logística, destacó que la ruta permitirá reducir la huella de carbono al optimizar cargas y rutas. Además, los puntos de detención planificados evitarán paradas arbitrarias, minimizando el impacto ambiental. La consolidación de rutas más completas y eficientes favorecerá la combinación de mercadería de distintos países en un mismo transporte, reduciendo emisiones y costos logísticos.

Tecnología y seguridad en fronteras

Córdova también subrayó la necesidad de tecnología avanzada en los pasos fronterizos, incluyendo lectura biométrica rápida y equipos de escaneo para camiones, que agilicen trámites y mejoren la seguridad contra transporte ilegal de sustancias o armas.

Un eje estratégico para la competitividad regional

El Corredor Bioceánico Vial se perfila como la ruta más corta entre Atlántico y Pacífico, potenciando la competitividad logística del Cono Sur. Su implementación podría complementarse con un futuro Corredor Ferroviario Bioceánico, destinado a conectar cargas con el puerto peruano de Chancay, integrando aún más la infraestructura regional.