La medida refuerza el acercamiento entre Pekín y Washington tras el encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump.
China anunció la suspensión de la prohibición de exportar a Estados Unidos tres metales estratégicos, galio, germanio y antimonio, hasta el 27 de noviembre de 2026. La decisión, confirmada por el Ministerio de Comercio chino, representa un nuevo gesto de distensión en medio de la competencia tecnológica global y responde a los acuerdos alcanzados durante la reciente reunión bilateral entre ambos países.
Un nuevo capítulo de cooperación
El anuncio llega después del encuentro entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump el 30 de octubre en Corea del Sur, donde ambas naciones coincidieron en la necesidad de estabilizar su relación comercial. La medida complementa otros pasos de acercamiento, como la extensión de la suspensión parcial de los aranceles chinos a productos estadounidenses, que se mantendrán en un nivel del 10 por ciento.
Impacto en la industria tecnológica
Los tres metales liberados son esenciales para la industria moderna. El galio se usa en circuitos integrados, paneles solares y tecnología LED. El germanio es clave en la fabricación de fibras ópticas y sistemas infrarrojos, mientras que el antimonio tiene aplicaciones en baterías, semiconductores y materiales ignífugos. Aunque la suspensión estará vigente por dos años, China no ha detallado los volúmenes ni las condiciones exactas de exportación.
Tensión tecnológica y estrategia global
Las restricciones sobre materiales críticos se habían convertido en uno de los principales puntos de fricción entre Pekín y Washington. La prohibición original, emitida en diciembre de 2024, formaba parte de un conjunto de medidas para proteger los recursos de doble uso, aquellos con aplicaciones civiles y militares. Con su levantamiento temporal, China busca mostrar flexibilidad y favorecer el diálogo económico en un contexto donde ambas potencias siguen disputando la supremacía tecnológica.
Efectos en el comercio bilateral
Además de los metales estratégicos, el Ministerio de Comercio chino anunció la flexibilización de las restricciones sobre productos de doble uso relacionados con el grafito. Estas decisiones se suman a la suspensión de los aranceles adicionales aplicados desde marzo a productos agrícolas estadounidenses, como el aceite de soja, que habían afectado directamente a la base electoral de Trump.
La distensión comercial marca un punto de inflexión en la relación entre los dos gigantes económicos, tras meses de tensiones que impactaron en la economía mundial. La comunidad internacional observa con atención este nuevo intento de equilibrio entre cooperación y competencia.






