El proyecto, desarrollado en Venezuela junto a PDVSA, busca quintuplicar la producción de crudo en el Lago de Maracaibo para 2026.
China da un paso decisivo en su estrategia energética en América Latina al construir la primera plataforma petrolera flotante en Sudamérica, un proyecto emblemático que se desarrollará en Venezuela. La iniciativa, liderada por China Concord Resources Corp (CCRC) en alianza con la estatal PDVSA, contempla una inversión de al menos US$1.000 millones bajo un contrato de producción compartida a 20 años.
El objetivo es elevar la producción venezolana de 12.000 a 60.000 barriles diarios para finales de 2026, lo que podría reposicionar al país caribeño como un actor relevante en el mercado energético regional.
La plataforma Alula: innovación flotante en el Lago de Maracaibo
La infraestructura central será la plataforma tipo jack-up Alula, diseñada para operar en aguas someras y equipada con tecnología de monitoreo en tiempo real. Procedente del puerto de Zhoushan (China), ya fue trasladada al Lago de Maracaibo, estado Zulia.
El plan incluye la reapertura de al menos 100 pozos petroleros inactivos y la modernización de la infraestructura existente. El crudo liviano se destinará al mercado interno, mientras que el petróleo pesado será principalmente para la exportación hacia China, reforzando la seguridad energética del gigante asiático.
Impacto geopolítico y energético
En medio de sanciones internacionales y años de baja producción, Venezuela apuesta por la inversión extranjera para recuperar activos estratégicos. La alianza PDVSA–CCRC implica no solo capital, sino también transferencia tecnológica, generación de empleo y estabilidad operativa.
Se trata de la primera plataforma petrolera flotante de Sudamérica, lo que convierte al proyecto en un modelo para otros países productores de la región, donde la competencia por atraer capital energético se intensifica.
La estrategia energética de China en la región
La plataforma en Venezuela es parte de una estrategia más amplia de China para asegurar suministro energético en Sudamérica:
-
Ecuador: contrato de producción compartida en el Bloque Sacha (US$1.700 millones de inversión).
-
Brasil: adquisición de activos en exploración y refinación.
-
Argentina: financiamiento de infraestructura energética y análisis de inversiones en Vaca Muerta.
-
Perú y Bolivia: acuerdos en petróleo y gas con gobiernos locales.
Con estos proyectos, China fortalece su papel como actor central en el mercado de hidrocarburos latinoamericano, asegurando acceso a recursos estratégicos en un momento de alta volatilidad global.






