Mall Vivo Santiago, con una inversión de US$200 millones, se perfila como el proyecto comercial más ambicioso de la capital chilena y un referente en la transformación del sector inmobiliario en Sudamérica.
El sector retail en Sudamérica atraviesa una fase de transformación marcada por la digitalización, los cambios en los hábitos de consumo y la búsqueda de experiencias integrales. En este contexto, Chile avanza con la construcción del Mall Vivo Santiago, un complejo de 14 niveles y más de 200 tiendas, que promete redefinir el panorama comercial de la región.
Una inversión millonaria y una estructura inédita
El proyecto, impulsado por Vivo SpA, contempla una inversión de US$200 millones y se ubicará en la comuna de Ñuñoa, en Santiago. Con más de 217 mil metros cuadrados construidos, el mega mall combinará siete pisos comerciales, siete niveles subterráneos y una torre de departamentos de 22 pisos destinada al alquiler y a un apart hotel.
Este enfoque mixto —comercio, vivienda y entretenimiento— busca maximizar el potencial del terreno y responder a una demanda urbana que prioriza la integración de servicios en un mismo espacio.
Conectividad como ventaja competitiva
Uno de los elementos diferenciadores será su conexión directa con la estación Ñuble del Metro de Santiago, lo que garantiza accesibilidad para miles de usuarios diarios. Además, dispondrá de 2.500 estacionamientos, lo que amplía su capacidad de recepción y lo convierte en un nodo clave de movilidad en la capital chilena.
Impacto en el comercio y en la planificación urbana
El Mall Vivo Santiago no solo busca posicionarse como centro de compras, sino también como espacio de entretenimiento y salud, al incluir cines, gimnasios, restaurantes, supermercado y consultas médicas. Esta diversificación responde a la tendencia global de convertir los malls en centros de experiencia más que de consumo tradicional, un cambio que podría tener repercusiones en el comercio local y en la reorganización del retail en Santiago.
Retos y cronograma de apertura
El proyecto enfrentó obstáculos desde 2019, cuando ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), debido a cuestionamientos de vecinos y autoridades municipales. Tras superar estas etapas, actualmente se encuentra en fase de cimentación, con avances visibles en obras subterráneas.
Aunque la empresa estima su apertura para 2029, aún no existe una fecha definitiva, lo que mantiene abierta la expectativa sobre cuándo este megaproyecto recibirá a sus primeros visitantes.






