Empresarios de Las Palmas iniciaron la contratación de trabajadores de Perú y Chile para cubrir una alarmante escasez de mano de obra en construcción. Se ofrece vivienda y salarios por encima del mínimo.
La paradisíaca isla de Gran Canaria no solo es destino turístico: ahora también se presenta como una oportunidad laboral real para trabajadores peruanos. La Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de Las Palmas anunció que contratará personal extranjero, especialmente de Perú y Chile, ante la falta crítica de mano de obra calificada en el sector de la construcción.
Según explicó la presidenta del gremio, María de la Salud Gil, ya se han iniciado 1.000 expedientes de contratación internacional, bajo el amparo de la Ley de Extranjería y en coordinación con el Gobierno de Canarias. A pesar de haber 12.000 personas desempleadas en la región, solo un millar cuenta con certificaciones válidas para el rubro.
Frente a este escenario, la organización empresarial optó por incorporar mano de obra desde países latinoamericanos con los que España mantiene convenios de Seguridad Social, priorizando el perfil técnico y la formación.
Vivienda gratis y salario competitivo
El paquete de contratación incluye un salario promedio superior a los 23.000 euros anuales, lo que equivale a casi el doble del salario mínimo en España. Incluso los peones ordinarios perciben alrededor de 20.000 euros al año, lo que representa un 32 % por encima del sueldo base nacional. A esto se suma un plan de pensiones, jornadas laborales compatibles con la vida familiar y uno de los mejores convenios colectivos del país, según destacó Gil.
Los nuevos trabajadores también accederán a una solución habitacional gratuita, mediante módulos unifamiliares industrializados de 30 m², que serán ubicados en suelo rústico común, cumpliendo los requerimientos legales. La presidenta enfatizó que no se trata de “barracones ni contenedores”, sino de espacios dignos y funcionales, incluso aptos para ser instalados en edificios.
Crisis estructural y falta de interés local
Durante su intervención, Gil señaló que el problema no radica en las condiciones laborales, sino en la baja respuesta de la población local, que ha mostrado poco interés en la formación técnica. De las más de 3.000 personas entrevistadas, solo 90 aceptaron capacitarse en áreas innovadoras como control de obras con drones o vivienda industrializada.
El absentismo también es un factor crítico: alcanza el 12 % y ha generado una caída del 10 % en la facturación del sector. Ante ello, el gremio pide revisar los mecanismos de bajas laborales, que pueden tardar hasta un año en procesarse, lo que afecta la productividad y genera abusos del sistema, según denuncian.
Perú, clave en la respuesta internacional
Este modelo de contratación internacional —que tendrá carácter continuo— no solo representa una oportunidad para los trabajadores peruanos, sino también un llamado de atención sobre la ineficiencia en el aprovechamiento del talento local en diversas regiones europeas. Mientras en España la construcción enfrenta falta de personal, en el Perú miles de técnicos calificados buscan oportunidades laborales estables y bien remuneradas.
Con este precedente, se reabre el debate sobre cómo cruzar la brecha entre desempleo y vacantes, no solo en el sector construcción, sino también en áreas como turismo o comercio, donde la falta de compromiso o formación local contrasta con el alto interés de trabajadores extranjeros por integrarse a mercados dinámicos como el español.






