Brasil aumenta su dependencia del trigo importado y Argentina refuerza su liderazgo regional

Con una producción brasileña en caída y una demanda interna en crecimiento, Argentina se consolida como el principal proveedor de trigo del gigante sudamericano.

Brasil enfrenta un escenario de baja producción triguera y fuerte demanda interna, lo que está generando un aumento significativo en sus importaciones de cereal. Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la superficie sembrada de trigo en Brasil cayó 19,9%, con una producción estimada en 7,5 millones de toneladas. En consecuencia, el país necesitará más de 7 millones de toneladas importadas este año, el nivel más alto desde 2013.

La contracara se encuentra en Argentina, que con una cosecha prevista superior a 20 millones de toneladas, y precios competitivos, está en condiciones de aumentar su participación de mercado. Solo entre enero y agosto, las exportaciones argentinas hacia Brasil crecieron 24%, alcanzando el mayor nivel desde 2021, según datos del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea/Esalq).

En el mercado brasileño, los precios del trigo han caído a niveles históricamente bajos —alrededor de USD 240 por tonelada en Rio Grande do Sul— debido a la sobreoferta regional y a la competencia del cereal argentino. La breve eliminación de retenciones en Argentina también contribuyó a presionar los precios a la baja, lo que favoreció a los compradores brasileños.

Las consultoras privadas como Safras & Mercado proyectan que la producción total de Brasil rondará los 7,3 millones de toneladas, mientras que las importaciones seguirán en torno de 7 millones de toneladas. Este nivel de dependencia se mantendría, considerando los altos costos logísticos y productivos que restan competitividad al trigo brasileño frente al importado.

El consumo de trigo en Brasil creció 23% en las últimas dos décadas, impulsado por el aumento de la población, el consumo de panificados y su incorporación en la alimentación animal. Sin embargo, los principales estados productores —Paraná y Rio Grande do Sul— redujeron drásticamente sus áreas de cultivo (28% y 14%, respectivamente), comprometiendo los resultados de la campaña 2024/25.

Del lado argentino, la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) reporta un desempeño récord en exportaciones, con 2,9 millones de toneladas embarcadas entre junio y septiembre, de las cuales el 61% tuvo como destino Brasil. Además, el trigo argentino ha ganado terreno en mercados atípicos, compitiendo con proveedores tradicionales como Rusia, Ucrania, Francia y Alemania.

La campaña 2024/25 cerraría con 4,7 millones de toneladas de trigo disponibles para el nuevo ciclo, confirmando que Argentina no solo recupera presencia regional, sino que refuerza su papel como abastecedor estratégico del Cono Sur.