La cadena algodonera presentó un proyecto que promete transformar al “oro blanco” hacia 2030 con mayor productividad, innovación tecnológica y expansión internacional.
Una estrategia para reposicionar a Argentina
La cadena algodonera argentina lanzó un plan integral bajo el lema “El nuevo camino del algodón”, con el objetivo de reposicionar al país en el mercado global. La meta es duplicar la producción de fibra para 2030, elevar en 60% el rendimiento por hectárea y alcanzar un aumento superior al 200% en exportaciones, lo que significaría más de US$700 millones adicionales para la economía.
Actualmente, Argentina ocupa apenas el 1,4% de las exportaciones mundiales de algodón, lejos de los líderes Estados Unidos, Brasil y Australia. Sin embargo, el programa busca recuperar el terreno perdido —el país llegó a representar el 4,5% del comercio internacional— con mejoras en genética, manejo agronómico y calidad de fibra.
Tecnología e innovación como ejes
El plan tiene un fuerte componente tecnológico: desarrollo de semillas resistentes a plagas como la lagarta rosada y el picudo algodonero, reducción de gosipol (con impacto en nutrición y sustentabilidad) y biotecnología aplicada a nuevas variedades. Según Pablo Vaquero, presidente de Gensus, el 40% del rendimiento futuro dependerá de la semilla y el 60% del manejo en campo.
La articulación público-privada es considerada clave. El INTA también se sumó como socio estratégico, reforzando su rol en investigación, transferencia tecnológica y capacitación para productores de todas las escalas.
Impacto económico y regional
Si las metas se cumplen, la superficie sembrada crecería de 600.000 a 780.000 hectáreas, con un salto potencial hasta 900.000. Esto implicaría un aumento del 114% en la producción de fibra.
Además de abastecer al mercado interno, el principal motor será la exportación hacia destinos como Vietnam, India, Turquía y China, donde la fibra argentina ya es valorada.
Para el gobierno, el algodón representa no solo un cultivo estratégico, sino también una herramienta de desarrollo regional, especialmente para provincias como Chaco, donde este producto es parte de la identidad y la economía local.
Un nuevo ciclo del oro blanco
El algodón, bautizado como “oro blanco”, enfrenta una nueva etapa. Con mayor productividad, más superficie cultivada y un salto en exportaciones, Argentina busca volver a ser un jugador competitivo en el tablero mundial y convertir al norte del país en un polo de desarrollo sostenible.






