Anillo Vial Periférico enfrenta demoras e interferencias: ¿cuándo comenzará realmente la construcción?

Aunque adjudicado hace más de un año, el megaproyecto vial aún no inicia obras físicas debido a trabas en la liberación de predios y redes subterráneas. Expertos explican los desafíos detrás del retraso.

Uno de los proyectos de infraestructura vial más ambiciosos del Perú, el Anillo Vial Periférico (AVP), adjudicado al consorcio español conformado por Sacyr, Acciona y Ferrovial, avanza con dificultades. Pese a que la concesión fue otorgada hace más de un año, aún no han comenzado las obras físicas, lo que ha generado cuestionamientos sobre demoras e incertidumbre en la ejecución del proyecto.

Según explicó Luis Gonzales, director de proyectos de Proinversión, el retraso no significa paralización. En declaraciones a DFSUD, precisó que el AVP implica una serie de actividades complejas previas a la construcción, especialmente por tratarse de una obra en plena zona urbana consolidada. “Se requiere liberar más de 2.465 viviendas y 528 vías a lo largo de los tres tramos”, indicó.

Para llevar adelante esa liberación predial, se estima un presupuesto de alrededor de US$ 150 millones, que debe ser autorizado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Sin embargo, hasta la fecha no se ha formalizado esta autorización, lo que frena el avance en campo.

Interferencias y desafíos técnicos

Uno de los principales obstáculos para el avance del AVP es la existencia de múltiples “interferencias” en los 35 kilómetros del proyecto. Estas incluyen redes de agua, desagüe, electricidad, telecomunicaciones y gas, muchas de las cuales no están registradas o mapeadas con precisión.

“Estas interferencias han influido directamente en el ritmo de avance”, explicó Gonzales, agregando que el consorcio ha adoptado medidas para recuperar los plazos fuera de programación.

El Estudio Definitivo de Ingeniería (EDI) y los expedientes técnicos para la remoción de interferencias están actualmente en marcha. Aunque los avances son lentos, Juan Suito, especialista en infraestructura de la Universidad del Pacífico, sostuvo que es normal que proyectos de esta magnitud tomen tiempo antes del inicio efectivo de obras. “En estos casos, el primer año está destinado a estudios, cierre financiero y liberación de terrenos. No significa paralización”, puntualizó.

¿Cuándo comienzan las obras?

El contrato del AVP contempla un plazo de hasta diez años para completar la obra, dividida en tres tramos. Según el cronograma estimado:

  • El primer tramo entraría en operación en el quinto año del proyecto.

  • El tercero, en el sexto año.

  • El segundo, que requiere mayor liberación predial, recién en el décimo año.

De mantenerse el cronograma actual, las obras físicas comenzarían en el primer trimestre de 2027, es decir, dos años y medio después de la adjudicación.

Suito destacó que esta situación no es exclusiva del AVP. “En el Perú, es habitual que transcurra un periodo prolongado entre la firma del contrato y el inicio de obras. Lo importante es que ya se están aplicando aprendizajes para acortar este intervalo en proyectos nuevos”, señaló.

Mientras tanto, el consorcio ganador y las autoridades peruanas deberán acelerar la gestión de predios e interferencias para evitar mayores retrasos. El AVP representa una pieza clave en la mejora de la movilidad en Lima Metropolitana y el Callao, por lo que su avance será seguido de cerca por el sector público, privado y la ciudadanía.