Pese al impulso del sector privado y una mejora en el mercado inmobiliario, la obra pública sigue en descenso y preocupa la eficiencia regional.
Mayo trajo algo de alivio para el sector construcción. Según estimaciones preliminares, la actividad creció 3.6% frente al mismo mes de 2024, gracias al repunte del consumo de cemento (5%) y el mayor dinamismo de la construcción privada. Sin embargo, este crecimiento contrasta con la contracción de la obra pública por segundo mes consecutivo, lo que refleja una recuperación aún frágil.
La tendencia reciente es volátil. En abril, la construcción cayó 1.3%, revirtiendo el crecimiento acumulado del primer trimestre (4.2%). Esa desaceleración coincidió con un débil desempeño del PBI nacional, que solo creció 1.4%, su nivel más bajo desde junio del año pasado.
La inversión pública acumulada creció 7.3% entre enero y mayo, pero el ritmo mensual muestra claros signos de desaceleración. Si bien el Gobierno Nacional y los municipios han mejorado su ejecución, los gobiernos regionales siguen rezagados. CAPECO ha advertido que, pese al incremento del FONCOMUN, muchas municipalidades no logran ejecutar eficazmente los recursos. Frente a ello, la Cámara recomienda fortalecer la gestión pública subnacional antes que recentralizar el gasto o crear un nuevo Ministerio de Infraestructura.
En paralelo, las Obras por Impuestos ofrecieron señales positivas: en apenas un mes, las adjudicaciones pasaron de S/ 500 millones a más de S/ 1,400 millones. También se recuperó la inversión minera, con un crecimiento de 8.8% entre enero y abril, superando las proyecciones del Banco Central de Reserva (BCR).
Otro dato favorable proviene del mercado inmobiliario. En mayo, los créditos hipotecarios superaron los S/ 40,000 millones, con más de 4,000 operaciones. El fondo MiVivienda creció 2.5% interanual y 26% respecto a abril, lo que muestra una tendencia creciente, aunque la tasa anual sigue en terreno negativo.
En términos de empleo, el sector construcción tuvo su mejor resultado en tres años. El empleo formal creció 13.1% frente a 2024, muy por encima del promedio nacional, mientras que el empleo informal cayó 17.5%. Esto podría estar vinculado a una mayor participación de empresas formalizadas en los proyectos en curso.
En cuanto a los precios, se observa una estabilización. El índice de precios en construcción subió 24.7% desde marzo de 2020, en línea con la inflación general. Algunos insumos, como el ladrillo (-8.3%), han bajado, reflejando una menor actividad informal.
Las expectativas empresariales, sin embargo, son mixtas. A corto plazo hay señales de optimismo, pero a doce meses las perspectivas empeoran. El entorno electoral y la alta desaprobación presidencial y congresal generan incertidumbre. CAPECO advierte que, si no se mejora la gestión pública y la institucionalidad a nivel regional y local, la recuperación del sector podría estancarse nuevamente.






