Jorge Chávez se transforma: las obras clave que acompañan al nuevo aeropuerto y qué desafíos enfrenta el futuro

Con la inauguración de su nueva terminal, el aeropuerto internacional de Lima avanza hacia una red de conectividad aérea y vial más moderna. Sin embargo, el crecimiento exponencial de la demanda obliga a acelerar obras complementarias y adoptar soluciones tecnológicas.

Desde su apertura el 1 de junio de 2025, el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez se ha convertido en el centro neurálgico de la infraestructura aérea del país. Pero su modernización no se limita a una nueva terminal: incluye una batería de proyectos estratégicos que buscan responder al crecimiento del tráfico aéreo proyectado en 3,8% anual hasta 2040, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

La firma Cushman & Wakefield, encargada de supervisar diversas fases del proyecto, destaca que uno de los grandes retos ha sido ejecutar las obras sin interrumpir la operación aeronáutica, lo que ha requerido una coordinación precisa entre LAP, CORPAC, DGAC y OSITRAN. Bajo metodologías como Fast-track y just-in-time, se ha logrado cumplir los cronogramas y evitar sobrecostos o reprocesos.

Este enfoque ha sido clave no solo para mejorar la experiencia de los pasajeros, sino también para posicionar a Lima como hub regional de pasajeros y carga. Cada etapa operativa que se habilita suma en la cadena de valor para el turismo, el comercio exterior y la atracción de inversión extranjera.

Infraestructura complementaria: el caso del CML de LATAM Airlines

Una muestra del impacto colateral positivo es el desarrollo del Centro de Mantenimiento de Línea (CML) de LATAM Airlines, ya operativo en el nuevo terminal. Este proyecto requirió una articulación técnica con reguladores y operadores, sin interferir en la actividad diaria del aeropuerto. Desde gestiones con permisos especiales como NOTAM hasta planificación en franjas horarias estratégicas, cada acción apuntó a garantizar continuidad y eficiencia operacional.

Mejorar los accesos: el gran pendiente de la zona aeroportuaria

La modernización también evidenció una debilidad crónica: la infraestructura vial que rodea el Jorge Chávez. El flujo vehicular en avenidas como Faucett y Morales Duárez ha crecido más del 5% desde la apertura, generando congestión diaria. Por ello, la concesionaria Lima Expresa presentó un proyecto de viaducto aéreo que conectará directamente la Línea Amarilla con la entrada principal del aeropuerto.

Ya entregado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), este proyecto permitiría tránsito en ambos sentidos sin embotellamientos, reduciendo el tiempo de acceso y mejorando la logística general del entorno.

Mientras se espera su aprobación, Lima Expresa ha implementado soluciones tecnológicas inmediatas en sus peajes: casetas automáticas con pago por tarjeta, cobro electrónico, uso de dispositivos POS, y tecnología OCR para lectura de placas. Estas mejoras han reducido los tiempos de espera y colas en horas punta.

Visión integral: más allá del aeropuerto

Lima Expresa también ha presentado diez proyectos viales adicionales a la Municipalidad Metropolitana, enfocados en expandir la red de acceso al Jorge Chávez. Esto incluye mejoras en avenidas adyacentes, implementación de intersecciones inteligentes y ampliación de carriles para transporte público y de carga.

Sin embargo, el nuevo aeropuerto no ha estado exento de críticas. Usuarios y autoridades han reportado problemas operativos en la fase inicial. Aun así, los esfuerzos por construir un ecosistema logístico moderno alrededor del Jorge Chávez reflejan el compromiso por posicionar al Perú como actor clave en la conectividad regional.

Con el impulso de iniciativas como el CML de LATAM y el futuro viaducto aéreo, el país da pasos concretos para adaptarse a la nueva realidad del transporte aéreo y vehicular, donde la planificación integrada entre aeropuerto y ciudad será decisiva.