El radiotelescopio BINGO, que operará en Brasil desde 2026, será clave en la exploración de uno de los mayores enigmas del universo. La colaboración sino-brasileña marca un hito en la investigación científica regional.
China y Brasil han unido fuerzas para desarrollar un ambicioso proyecto científico en América Latina: la construcción del radiotelescopio BINGO (BAO from Integrated Neutral Gas Observations), una infraestructura de gran escala diseñada para estudiar uno de los componentes más misteriosos y dominantes del universo: la materia oscura.
El telescopio estará ubicado en la región de Paraíba, al noreste de Brasil, a unos 2,000 kilómetros de Brasilia. Se trata de una iniciativa conjunta entre el China Electronics Technology Group Corporation (CETC) y el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE), en el marco del acuerdo de cooperación científica entre ambos países.
Con una estructura comparable en tamaño a una piscina olímpica o incluso al estadio Maracaná, BINGO utilizará tecnología de punta para captar señales de radiación electromagnética en la banda de radio. Su objetivo es detectar las llamadas oscilaciones acústicas bariónicas, un fenómeno clave para entender la distribución de la materia oscura en el universo.
¿Por qué es tan importante este proyecto?
Según la NASA, la materia oscura constituye el 68% del universo, pero hasta hoy no ha podido ser observada directamente. A través de BINGO, los científicos esperan avanzar en su comprensión mediante mediciones precisas del universo profundo, lo que podría abrir nuevas puertas en el campo de la cosmología y la física fundamental.
El equipo principal del radiotelescopio será trasladado desde el puerto de Tianjin, China, hasta Brasil, y se prevé que el proyecto entre en funcionamiento en 2026. Aunque no se ha revelado la inversión total, se estima que solo el primer ciclo de investigación requirió alrededor de 1,2 millones de reales brasileños (aproximadamente 216 mil dólares).
Ciencia y geopolítica: el rol de China en América Latina
El megaproyecto BINGO no solo representa un avance científico, sino también una señal del creciente interés de China por fortalecer su presencia tecnológica y estratégica en América Latina. La cooperación bilateral con Brasil en este tipo de iniciativas posiciona a la región como un nuevo actor relevante en la carrera espacial global.
Este esfuerzo también puede tener impactos colaterales positivos: formación de talento local, transferencia de tecnología y dinamización de comunidades aledañas gracias a la infraestructura científica instalada.
Con su puesta en marcha, BINGO aspira a convertirse en una referencia internacional en la investigación de la materia oscura y en un símbolo del potencial que tiene América Latina cuando se convierte en protagonista de grandes apuestas por el conocimiento.






