Perú en el Índice Global de Innovación 2025: tenemos el talento, pero nos faltan los resultados

Por Karen Eliana Luna Quitora, Jefa Corporativa de Innovación Entel

Han pasado dos meses desde que se publicó el Global Innovation Index 2025, y en Perú seguimos dándole vueltas al mismo dato: estamos en el puesto 80 de 139 países. Octavo lugar en América Latina. Lejos de Chile (51), Brasil (52) y México (58). Pero más allá del número, lo interesante y lo retador, está en los detalles.

El informe, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), INSEAD y la Universidad de Cornell, no solo mide quién innova más: revela quién está convirtiendo su potencial en resultados concretos. Y ahí es donde Perú tiene una oportunidad clara de transformación.

El talento está, pero no se traduce en impacto.

Perú ocupa el puesto 42 a nivel global en capital humano y educación superior. Ese es un dato que debería llenarnos de orgullo. Tenemos gente preparada, con ideas, con ganas. Pero cuando miramos los resultados: patentes registradas, exportaciones de alta tecnología, productos innovadores que llegan al mercado, caemos al puesto 91.

Esa brecha de casi 50 posiciones no es un simple detalle estadístico. Es la señal de que algo no está funcionando entre el talento que formamos y lo que logramos hacer con él. Es como tener todos los ingredientes para una receta extraordinaria, pero no lograr que el plato llegue a la mesa.

¿Qué están haciendo nuestros vecinos que nosotros no?

Chile, Brasil y México no llegaron a sus posiciones por casualidad. Construyeron ecosistemas donde universidades, empresas y Estado trabajan juntos. Apostaron por políticas públicas claras, invirtieron en investigación y desarrollo, y crearon entornos donde innovar no es un lujo, sino una práctica cotidiana.

Perú puede desarrollar sus propios clústeres tecnológicos. Puede incrementar su inversión en I+D de manera estratégica. Y puede, sobre todo, empezar a construir una cultura donde el riesgo calculado y la experimentación sean vistos como inversión, no como amenaza.

El contexto global presenta desafíos: la inversión en investigación crece al ritmo más lento desde 2010, pero también oportunidades: el capital se está concentrando en inteligencia artificial y biotecnología, áreas donde el talento peruano puede competir si le damos las condiciones adecuadas.

Las bases ya están en marcha

Y aquí viene lo mejor: no partimos de cero. Perú tiene una comunidad emprendedora en pleno crecimiento, talento que ya compite a nivel global y una agenda pública que empieza a tomarse la innovación en serio. El Plan Nacional de Transformación Digital y los esfuerzos por mejorar la interoperabilidad del Estado demuestran que el cambio ya comenzó.

Ahora toca acelerar. Profesionalizar la innovación significa ponerle métricas claras, facilitar la transferencia tecnológica, y fortalecer las conexiones entre el sector público, el privado y la academia. Significa entender que innovar no es solo tener ideas brillantes, sino ejecutarlas con precisión y alinearlas con los problemas reales del país.

La agenda está clara

El Global Innovation Index no es un veredicto final. Es un diagnóstico preciso que nos señala exactamente dónde invertir esfuerzos. Si Perú quiere ser un referente en la región, el camino es concreto: convertir el talento en soluciones, las soluciones en productos, y los productos en impacto medible.

Tenemos las capacidades. Tenemos ejemplos regionales de los que aprender. Tenemos iniciativas en marcha. Lo que necesitamos ahora es voluntad política, inversión estratégica y, sobre todo, convicción de que la innovación no es un lujo, sino la herramienta más poderosa para construir el país que queremos.

El momento de actuar no es mañana. Es hoy. Y la buena noticia es que ya sabemos por dónde empezar.