La desaceleración del mercado laboral estadounidense reavivó las apuestas por un recorte de tasas de la Reserva Federal, impulsando volatilidad global y caídas en Wall Street. La fragilidad laboral se combina con tensiones geopolíticas y señales mixtas de bancos centrales, configurando un panorama incierto para los inversionistas.
En un entorno marcado por la volatilidad, los mercados financieros internacionales enfrentan una confluencia de factores que van desde la política monetaria estadounidense hasta las tensiones geopolíticas en Eurasia y los ajustes regulatorios en Asia. Los datos recientes muestran un panorama complejo en el que la desaceleración del mercado laboral en Estados Unidos, las presiones inflacionarias persistentes y los movimientos estratégicos de grandes corporaciones tecnológicas se entrelazan con decisiones de bancos centrales en Europa y Asia, configurando un escenario de incertidumbre, pero también de oportunidades para los inversionistas globales.
El mercado estadounidense se vio sacudido por un incremento en la volatilidad, con caídas en los principales índices bursátiles tras conocerse que octubre registró el mayor número de despidos en más de dos décadas, según Challenger, Grey & Christmas Inc. El Nasdaq 100 retrocedió 1,9% y el S&P 500 cayó 1,1%, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años descendieron siete puntos básicos hasta 4,09%, en su mayor baja mensual. La debilidad laboral impulsó apuestas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, con los mercados monetarios asignando más de un 60% de probabilidad a un recorte el próximo mes. El dólar se debilitó 0,3% y el índice de volatilidad alcanzó brevemente el nivel de 20, mientras Bitcoin retrocedió 2,5%. Las declaraciones de la presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack, enfatizaron que la inflación sigue siendo un riesgo mayor que la debilidad laboral, mientras que Austan Goolsbee, de la Fed de Chicago, expresó preocupación por la falta de datos inflacionarios debido al cierre gubernamental. Michael Barr, gobernador de la Fed, insistió en que se debe mantener el combate a la inflación sin descuidar el mercado laboral.
En el ámbito corporativo, Tesla y Nvidia lideraron las pérdidas entre las megacapitalizaciones, con el índice UBS US AI Winners cayendo cerca de 3%. Tesla, sin embargo, logró que sus accionistas aprobaran el paquete de compensación de Elon Musk cercano a 1 billón de dólares, aunque el consejo de administración revisará la inversión en XAI debido a abstenciones. Nvidia, por su parte, firmó un memorando de entendimiento con Kazajistán para el suministro de chips avanzados de inteligencia artificial por hasta 2.000 millones de dólares, mientras Google anunció el despliegue de su chip Ironwood, cuatro veces más rápido que su predecesor, en un intento por competir directamente con Nvidia. Microsoft, en paralelo, conformó un equipo de “superinteligencia” en inteligencia artificial, reforzando la narrativa de que el sector tecnológico continúa siendo el epicentro de la transformación económica global.
En el frente energético, los futuros de Brent cerraron en 63,38 dólares por barril, con una caída de 0,22%, mientras el WTI se ubicó en 59,43 dólares, retrocediendo 0,29%. El gas natural en NYMEX se estableció en 4,3570 dólares/MMBTU, y la gasolina y el diésel cerraron en 1,9656 y 2,4961 dólares por galón respectivamente. Gazprom reportó un récord en el suministro doméstico de gas en octubre, mientras que en India y China el crudo ruso se negoció con los mayores descuentos en un año, reflejo de las sanciones occidentales.
En Europa, los mercados mostraron cautela ante la persistente preocupación por las valoraciones tecnológicas. El índice de ventas minoristas de la Eurozona registró un crecimiento interanual de 1%, en línea con las expectativas, aunque con una caída mensual de 0,1%. El PMI de construcción en la región se mantuvo en terreno contractivo, con Francia en 39,8, Alemania en 42,8 y la Eurozona en 44,0, mientras Italia logró superar el umbral de expansión con 50,7. El Banco Central Europeo, a través de Luis de Guindos, destacó que la convergencia hacia el 2% de inflación es ahora el escenario base, aunque reconoció un nivel de incertidumbre elevado. Francia, por su parte, registró una caída de 0,3% en las nóminas no agrícolas trimestrales, mientras Alemania reportó una contracción interanual de 1% en la producción industrial, aunque con un repunte mensual de 1,3%.
El Reino Unido se encuentra en un momento crítico. El Banco de Inglaterra mantuvo la tasa de referencia en 4% con una votación dividida de 5-4, reflejando la tensión entre la necesidad de sostener la desinflación y el riesgo de una economía debilitada. El gobernador Andrew Bailey advirtió sobre la posibilidad de una burbuja en inteligencia artificial y señaló que la inflación podría permanecer elevada si los precios administrados y los costos laborales no se moderan. El PMI de construcción británico cayó a 44,1, mientras que el Tesoro evalúa ajustes en el límite de las cuentas ISA y un aumento de impuestos en el presupuesto de otoño.
En Asia, los mercados rebotaron tras dos días de fuertes caídas, con Hong Kong y Japón liderando las ganancias. SoftBank subió 1% tras conocerse que exploró la compra de Marvell Technology. En Japón, el gasto de los hogares cayó 0,7% mensual, pero creció 1,8% interanual, mientras las inversiones extranjeras en acciones japonesas se redujeron a 690,1 mil millones de yenes desde 1,344 billones. El Ministerio de Finanzas japonés confirmó que tres megabancos trabajan en un proyecto conjunto para emitir una stablecoin, respaldado por la FSA. En China, el Banco Popular fijó el tipo de cambio del yuan en su nivel más fuerte desde mediados de octubre y realizó operaciones de drenaje de liquidez por 1,57 billones de yuanes, la mayor retirada desde enero de 2024, aunque también inyectó 141,7 mil millones mediante repos inversos a siete días. El Ministerio de Comercio chino reafirmó su compromiso con la estabilidad del sector de semiconductores y la optimización de los procesos de exportación de tierras raras, mientras se reportó la compra de dos cargamentos de trigo estadounidense para diciembre.
En el plano geopolítico, el expresidente Trump anunció que Irán ha solicitado el levantamiento de sanciones y que una fuerza internacional de estabilidad para Gaza estará desplegada pronto. También destacó que Kazajistán será el primer país en unirse a los Acuerdos de Abraham en su segundo mandato, y que más naciones de Asia Central buscan incorporarse. En paralelo, Ucrania confirmó negociaciones positivas con Estados Unidos para la adquisición de misiles Tomahawk y otras armas de largo alcance.
El panorama global refleja una tensión entre la desaceleración económica y la persistencia inflacionaria. En Estados Unidos, la expectativa de recortes de tasas por parte de la Fed se enfrenta a la necesidad de mantener la credibilidad en la lucha contra la inflación. Europa muestra señales de fragilidad en sectores clave como la construcción y la industria, mientras el Reino Unido lidia con un entorno de política monetaria restrictiva y riesgos de burbuja en el sector tecnológico. Asia, por su parte, combina la resiliencia de sus mercados bursátiles con ajustes monetarios en China y Japón, en un contexto de creciente protagonismo en la cadena global de semiconductores y energía.
De cara al futuro, los mercados podrían experimentar un repunte técnico si los bancos centrales confirman un giro hacia políticas más acomodaticias, aunque la volatilidad seguirá siendo elevada. El sector tecnológico, pese a sus riesgos de sobrevaloración, continuará siendo el motor de la narrativa de crecimiento, mientras la energía y los commodities estarán condicionados por la geopolítica y las sanciones. El escenario más probable es de una transición hacia un ciclo de tasas más bajas en 2026, acompañado de un reequilibrio en los flujos de capital hacia Asia y sectores vinculados a la inteligencia artificial y la energía limpia.
Felipe Mendoza, Analista de mercados ATFX LATAM






