De forma simultánea, los datos recientes del mercado laboral privado reflejaron una pérdida de dinamismo. El informe de ADP registró una caída de 32.000 puestos en septiembre, sorprendiendo negativamente al mercado y reforzando las expectativas de desaceleración económica. Este escenario incrementa las apuestas de que la Fed podría moderar su sesgo restrictivo, disminuyendo el coste de oportunidad de mantener oro, un activo sin rendimiento. Así, la combinación entre la parálisis gubernamental, menor transparencia estadística y la perspectiva de tipos de interés más bajos impulsó la demanda del oro como cobertura frente al riesgo y activo de valor refugio.
El petróleo finalizó la jornada en descenso, reflejando un movimiento de corrección condicionado por la fortaleza del dólar, el temor a un exceso de oferta y señales de enfriamiento en la demanda global. Los reportes de incremento en los inventarios estadounidenses, junto con la resiliencia de la producción en países fuera de la OPEP+, mantuvieron la curva de precios bajo presión, consolidando un sesgo bajista a lo largo de los vencimientos. La creciente aversión al riesgo en los mercados internacionales también limitó cualquier intento de recuperación durante la sesión.
Desde el punto de vista fundamental, la apreciación del dólar encareció el costo de las materias primas denominadas en dicha divisa para los importadores, mientras que datos más débiles de actividad industrial en Asia reforzaron la percepción de una demanda energética más debilitada hacia adelante. En el plano técnico, el Brent cerró próximo a un soporte clave en US$ 63,40 por barril, y un eventual cierre por debajo de ese nivel en la próxima sesión podría activar un sesgo bajista más definido en el corto plazo, aumentando el riesgo de continuidad del movimiento correctivo.
Antonio Montiel, Director de Análisis de ATFX Education






